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Durante la conmemoración del Día de los Veteranos en el Cementerio Nacional de Arlington, el presidente estadounidense, Joe Biden, experimentó un breve lapsus que requirió la asistencia de un miembro de la guardia de honor de la Tumba del Soldado Desconocido. Durante la ceremonia de colocación de coronas florales, el mandatario se apartó momentáneamente de la corona y necesitó indicaciones antes de proseguir con el acto.
Después de un instante de duda, Biden se persignó y, guiado por el militar, dirigió su atención hacia la vicepresidenta Kamala Harris. Este episodio, aunque breve, marcó un momento de desorientación durante la solemne ceremonia en la que se recordaba a los veteranos.
En un discurso posterior, Biden rindió homenaje a su difunto hijo Beau, quien sirvió en Irak como miembro de la Guardia Nacional. La conmemoración en Arlington incluyó una recepción privada en la Casa Blanca para veteranos y oficiales militares, destacando la importancia de honrar la valentía de aquellos que han servido en las fuerzas armadas.
En el Anfiteatro Memorial, el comandante en jefe rememoró batallas históricas libradas por tropas estadounidenses, subrayando la idea de Estados Unidos como una nación unida por un juramento sagrado de apoyo y defensa. Biden expresó su profundo respeto hacia los veteranos y sus familias, describiéndolos como la “columna vertebral de acero de esta nación” y el “corazón valiente” de la misma. En este día, Biden destacó la singularidad de la Primera Guerra Mundial y la importancia de honrar a aquellos que han sacrificado todo por un futuro mejor. Como comandante en jefe y padre de un hijo que sirvió, afirmó que no hay mayor honor ni privilegio que rendir homenaje a los valientes defensores de la libertad.
