Tras 52 horas de huelga de hambre frente a la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, logró negociar el fin de la protesta con Malú Luévano y la exlegisladora Susana Prieto. Este movimiento se originó para exigir la reactivación del dictamen que reduciría la jornada laboral de 48 a 40 horas, aprobado en abril de 2023 por la Comisión de Puntos Constitucionales.
Monreal se comprometió a impulsar el dictamen y establecer un diálogo con Marath Baruch Bolaños, titular de la Secretaría del Trabajo, para acelerar su avance. Según fuentes presentes en la reunión, el legislador suplicó a Luévano que suspendiera su huelga de hambre para evitar riesgos a su salud, señalando que el diálogo es fundamental para concretar la reforma.
En declaraciones previas, Monreal reconoció que el tema enfrenta resistencia y acusó la presencia de fuerzas oportunistas que dificultan su avance. A pesar de ello, aseguró que apoyará la propuesta, incluso respaldando una nueva iniciativa presentada en tribuna por el diputado Manuel Vázquez, que busca reactivar el proceso legislativo.
La reducción de la jornada laboral también cuenta con otras propuestas similares, como las del líder minero Napoleón Gómez Urrutia y del coordinador del Partido del Trabajo, Reginaldo Sandoval. Estas iniciativas convergerán en la Comisión de Puntos Constitucionales para su discusión y votación.
El ayuno de Luévano y Prieto expuso la frustración de colectivos laborales ante la aparente inacción de los legisladores, subrayando la urgencia de actualizar las condiciones laborales en México. Aunque Monreal mostró disposición para avanzar, persisten las críticas hacia Morena por las demoras y el manejo político del tema.
Esta reforma es esperada como un paso significativo para mejorar los derechos laborales en el país. Sin embargo, la falta de consenso y los intereses cruzados ponen en duda la celeridad y efectividad con la que se implementará.