En pleno corazón de #NuevoLeón, #Monterrey se ha convertido en la capital industrial de #México y, aunque #DonaldTrump amenace con #aranceles y renegociaciones del TMEC, parece que la ciudad no se inmuta. Aquí, lo mismo se fabrican autopartes que aires acondicionados gigantes para centros de datos de inteligencia artificial, y casi todo se manda directo a Estados Unidos y Canadá.

Tan solo en un parque industrial, donde trabajan más de 1,800 personas, la producción no se detiene ni un minuto. Lo que sale de esas naves ya tiene dueño. Monterrey no solo alimenta a la industria mexicana: desde hace 30 años es un pilar del libre comercio en Norteamérica, y ahora se volvió parte esencial de la maquinaria económica de EE.UU.
Un futuro que ya llegó.
Lo interesante es que ese “futuro digital” del que tanto se habla empieza aquí: con ingenieros regiomontanos que sueldan metales, calibran sensores y arman circuitos. En la ciudad hay más de 250 parques industriales, lo que equivale a una cuarta parte de toda la industria del país. Eso explica por qué la región es vista como la joya del nearshoring.

Trump y sus planes.
El expresidente Trump nunca ocultó su molestia con el tratado: asegura que le costó a EE.UU. miles de empleos. Por eso, insiste en presionar con aranceles y renegociaciones. Sin embargo, expertos coinciden en que desmontar esta red de producción no es tan fácil: se necesitarían millones de trabajadores que en EE.UU. simplemente no existen para cubrir esas plazas.
Además, las universidades y agencias de crédito han señalado que los aranceles lo único que logran es encarecer productos, y al final, quien paga la factura es el consumidor.
El boom del nearshoring.
Para Javier Llaca, de Fibra Monterrey, lo que viene es una “nueva ola de inversiones”. Su firma ya ha invertido más de 1,000 millones de dólares en proyectos industriales y prepara otros 200 millones. Y no está solo: desarrolladores e inversionistas coinciden en que, en menos de una década, el mercado industrial mexicano podría duplicarse.

Esto no es casualidad. La pandemia demostró lo frágiles que eran las cadenas de suministro globales, y eso abrió la puerta a que México atrajera más inversión, sobre todo de EE.UU. y China.
Retos y oportunidades.
Claro, no todo es miel sobre hojuelas. Aunque en el primer trimestre de 2025 la inversión extranjera creció 10%, la llegada de nuevos proyectos cayó 40%. Además, la inversión nacional, pública y privada, bajó 5%. Aun así, Monterrey sigue siendo el motor que impulsa la idea de que México puede resistir cualquier embate comercial.
Un punto clave será que el país mejore en energía e infraestructura, y que la reciente reforma judicial no frene a quienes quieren hacer empresa.
La Expo Pyme y el empuje local.
Un ejemplo claro del dinamismo regio fue la Expo Pyme organizada por Caintra en septiembre: más de 15 mil ofertas de venta y más de 100 grandes empresas conectando con pequeñas y medianas. Para Juan Pablo García, presidente de Caintra, eso es prueba de que el espíritu emprendedor de Nuevo León sigue intacto.
“Creo que vamos a salir bien librados de la revisión del TMEC en 2026”, dice García. “Pero tenemos que asegurarnos de que la segunda ola de inversiones beneficie realmente a los mexicanos”.
El Plan México de Sheinbaum.
La presidenta Claudia Sheinbaum también lo tiene claro: lanzó el Plan México para atraer inversión, impulsar la relocalización de industrias, fortalecer el contenido local y apoyar a las Pymes con financiamiento. La meta es que el dinero que llegue no solo pase por el país, sino que se quede aquí.

Al final, lo que parece evidente es que Monterrey no solo se mantiene firme frente a la guerra comercial trumpista, sino que se perfila como uno de los grandes ganadores del nuevo orden económico de Norteamérica. 💼🌎