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El 17 de septiembre de 2024, Morena y sus aliados en el Congreso se preparan para impulsar una reforma constitucional que otorgue el control total de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Este movimiento es parte de un esfuerzo por consolidar el mando militar sobre las fuerzas de seguridad pública, generando preocupación entre críticos que temen una militarización del país.
La reforma ha sido objeto de debate desde su creación, con voces que argumentan que la Guardia Nacional, inicialmente diseñada como una fuerza de carácter civil, está siendo desviada de su propósito original. Morena, respaldado por su mayoría en el Congreso, busca aprobar esta iniciativa sin mayores obstáculos, replicando el uso de su “aplanadora legislativa”.
En un contexto donde la violencia y el crimen organizado continúan siendo problemas graves para México, la propuesta ha generado división. Mientras que el gobierno sostiene que la medida fortalecerá la seguridad interna, opositores advierten que la centralización del poder militar es una amenaza a las libertades civiles.
A pesar de las críticas, el control de la Guardia Nacional por parte de la Sedena podría consolidarse en las próximas semanas, marcando un cambio significativo en la estrategia de seguridad del país.
