¡Ni en broma! #Bukele rechaza devolver al salvadoreño deportado ‘por error’ por #Trump. 🇸🇻🚫

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dejó claro este lunes en su visita a la Casa Blanca que no tiene intención de enviar de vuelta a Kilmar Ábrego García a Estados Unidos, luego de que el gobierno de Donald Trump admitiera que el salvadoreño fue deportado “por error”. Ábrego, que ha estado encerrado en una controversial cárcel de máxima seguridad en El Salvador, no tiene planes de regresar a su país de origen tras esta movida.

En una rueda de prensa con el presidente de EE. UU., Joe Biden, Bukele respondió con firmeza en inglés: “¿Cómo voy a devolver a un criminal a EE. UU.? ¿Mandar a un terrorista de vuelta ilegalmente?”. Y añadió: “La pregunta es absurda. No tengo el poder de devolverlo”.

A pesar de la situación, los periodistas insistieron si consideraría liberarlo en El Salvador, y Bukele no lo dudó: “No somos fans de liberar terroristas aquí”. Aunque, claro, Ábrego nunca ha sido acusado de nada relacionado con terrorismo, ni en EE. UU. ni en El Salvador.

En la Corte Suprema de Estados Unidos, la semana pasada, se resolvió que el gobierno debía “facilitar” el retorno de Ábrego, ratificando la orden de una juez que había dictaminado que su deportación violó una orden judicial de 2019, que establecía que su vida corría peligro si regresaba a El Salvador.

Ábrego fue deportado a pesar de una decisión judicial que impedía esa medida, y desde entonces ha sido el centro de un fuerte enfrentamiento judicial. La deportación ha desatado fuertes críticas, ya que el gobierno de Trump había acordado con El Salvador enviar a los inmigrantes irregulares y criminales, pero muchos casos como el de Ábrego muestran que algunos deportados no tienen antecedentes criminales.

El caso de Ábrego ha ganado notoriedad, pues no solo se trata de un deportado “por error”, sino que la resistencia del gobierno de Trump a cumplir con las órdenes judiciales está haciendo de este un caso emblemático. Según sus abogados, Ábrego llegó a EE. UU. en 2011 huyendo de amenazas de pandillas salvadoreñas, buscando refugio en Maryland con su hermano, quien es estadounidense.

En 2019, fue detenido al intentar encontrar trabajo y se le acusó de pertenecer a la MS-13, algo que siempre negó rotundamente. A pesar de que en 2019 un tribunal detuvo su deportación por el peligro que enfrentaba en El Salvador, el 12 de marzo fue arrestado nuevamente. Esta vez, ya no contaba con protección migratoria y, tras ser deportado, terminó en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una megacárcel muy criticada por su hacinamiento y maltrato a los prisioneros.

Aunque una jueza federal había ordenado su regreso a EE. UU., alegando que la acusación contra él no estaba probada, el gobierno de Trump rechazó esta orden, argumentando que solo el presidente tiene el poder de manejar la política exterior. El Tribunal Supremo de EE. UU. respaldó la decisión de la jueza, pero aún así, el gobierno de Trump se ha negado a permitir su retorno.

Este lunes, en su encuentro con Trump, la secretaria de Justicia, Pam Bondi, dejó claro que es decisión de El Salvador lo que hará con Ábrego. Mientras tanto, el caso sigue causando revuelo.

Autor Itzel G. Bandala

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