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En Tepeji del Río, la tensión por el acceso al fraccionamiento Amanalli y su exclusivo Club de Golf y Náutica sigue a todo lo que da. Aunque el Ayuntamiento ya dio luz verde para reabrir el paso, los ejidatarios de Santa María Ilucán siguen firmes en su bloqueo desde el pasado 16 de marzo, afectando a residentes y prestadores de servicios.
El pasado 21 de mayo, el cabildo municipal aprobó un dictamen de la Comisión de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial en el que se ordenó liberar de inmediato el camino que conecta con la carretera Tula-Tepeji. ¿El motivo? El cierre viola derechos previamente adquiridos y va en contra de lo pactado por representantes legales. Aun así, el paso sigue bloqueado, y la bronca ya se extendió más de dos meses.
🔍 Lo que agrava la situación es que el camino atraviesa terrenos de Santa María Ilucán, que aunque pertenecen al municipio de Tula, ha sido utilizado durante años como vía común para peatones, vehículos y servicios. Por eso, el dictamen lo califica como un bien de interés público, clave para la seguridad vial y el desarrollo urbano de la zona.
Además, se menciona que desde 2006 existe un convenio firmado entre el ejido San Miguel y la desarrolladora inmobiliaria donde se permitió usar los caminos ejidales como servidumbre de paso. Incluso el Registro Agrario Nacional reconoció que forma parte de la infraestructura de servicios.
💼 En la sesión de cabildo también se instruyó a varias dependencias —como la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y la de Desarrollo Urbano— a tomar cartas en el asunto y remover los obstáculos. Pero la realidad en tierra es otra.
Este sábado 24 de mayo, el bloqueo sigue. Aunque intentaron mover una piedra gigante colocada por los ejidatarios, los montones de tierra siguen firmes y hay personas del núcleo agrario vigilando que nadie los quite. Los vecinos y socios del Club, mientras tanto, tienen que entrar por una brecha improvisada.
🎙️ Los ejidatarios han dejado claro que no piensan ceder hasta que se resuelva el pleito legal con los administradores de Amanalli. Exigen una compensación económica y una renta mensual por haber usado el camino durante 25 años. El asunto ya está en manos del Tribunal Agrario, pero aún no hay veredicto.
Así que, por ahora, la entrada a Amanalli seguirá siendo una odisea… y el conflicto promete dar más de qué hablar.
