amaneciendo.com.mx Tu ventana al mundo
A diez años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la periodista Anabel Hernández ha revelado un testimonio inédito que podría ofrecer respuestas cruciales sobre lo que realmente sucedió aquella fatídica noche del 26 de septiembre de 2014. Según el relato presentado por Hernández, un testigo clave describe cómo los estudiantes fueron confundidos con integrantes de un grupo rival del crimen organizado, lo que desató una serie de eventos que aún siguen envueltos en misterio.
El testimonio, obtenido por Hernández tras años de investigación, menciona que un narcotraficante conocido como Martín Villegas Navarrete, alias “El Elegante”, jugó un papel central en el desarrollo de los hechos. A través de audios revelados por la periodista, se detalla cómo los jóvenes fueron interceptados en lo que inicialmente parecía ser un operativo de recuperación de mercancía ilícita transportada en los autobuses. La orden de actuar habría venido directamente de Villegas Navarrete, quien, según este testigo, temía perder un valioso cargamento de droga.
El relato describe cómo la situación se salió de control rápidamente, con un fuego cruzado que involucró tanto a sicarios como a fuerzas del gobierno. Los estudiantes fueron capturados en medio del caos y, según el testimonio, llevados a diferentes ubicaciones antes de ser ejecutados. La brutalidad del evento y la participación de diversas autoridades en su encubrimiento son elementos que el testimonio subraya, detallando cómo las autoridades locales y federales, junto con criminales, coordinaron la desaparición de los jóvenes.
Anabel Hernández señaló que el testimonio revelado no solo corrobora versiones que ya habían surgido sobre la implicación de fuerzas del orden, sino que también arroja nueva luz sobre la conexión entre narcotraficantes y elementos del Ejército. El testigo menciona que los estudiantes fueron llevados a varias casas de seguridad antes de ser asesinados y que hubo una complicidad generalizada entre policías, militares y sicarios para deshacerse de ellos.
El testimonio también sitúa el final de los estudiantes en una zona inhóspita conocida como el Cañón del Zopilote, donde, según el testigo, los cuerpos fueron desmembrados. Este punto, cercano a una mina en Mezcala, fue escenario de un narcobloqueo que facilitó el traslado de los jóvenes a su destino final, según el relato. Hernández subrayó que este lugar ha sido mencionado previamente en investigaciones, pero nunca con tanto detalle sobre lo ocurrido allí.
La periodista también destacó la importancia de este testimonio en el contexto de la amplia red de corrupción que permitía a narcotraficantes como Villegas operar con impunidad. Los sobornos a altos mandos del ejército y la policía habrían facilitado la desaparición de los estudiantes y el encubrimiento posterior de los hechos. Aunque el gobierno mexicano ha emitido diversas versiones oficiales, este nuevo testimonio vuelve a cuestionar la transparencia y veracidad de dichas investigaciones.
A pesar de la promesa de justicia hecha por el presidente Andrés Manuel López Obrador, las revelaciones de Hernández exponen la profundidad de la corrupción y la brutalidad que rodean al caso Ayotzinapa, sugiriendo que la verdad aún está lejos de conocerse plenamente.
