El Metro de la Ciudad de México sigue registrando incidentes de robo, con un promedio de 3.6 denuncias diarias según las cifras del Sistema de Transporte Colectivo (STC). Aunque las tácticas de los ladrones han cambiado, el riesgo para los usuarios, especialmente las mujeres jóvenes, sigue siendo elevado.
El método más reciente que utilizan los delincuentes involucra distracciones bien organizadas para despojar a las víctimas de sus pertenencias. Mientras que anteriormente las bandas de carteristas aprovechaban las aglomeraciones en andenes y vagones para robar billeteras y teléfonos, ahora operan con mayor precisión, centrándose en mujeres que llevan a la vista celulares de alta gama.
Los delincuentes identifican a sus víctimas, las siguen y utilizan distracciones para arrebatarles dispositivos, mochilas o bolsos. Sashenka Solís relata cómo, en la estación Coyuya, fue abordada por una mujer que intentaba desorientarla con preguntas sobre cambiar cheques. Pronto se unió otra persona, generando confusión, y en medio de la distracción, un niño le arrancó la mochila. A pesar de intentar perseguirlo, unas personas bloquearon su camino, permitiendo que el ladrón escapara.
Otro testimonio viene de María Elena Manrique, quien sufrió un incidente en la estación Pino Suárez, donde le cortaron el bolso para llevárselo sin que pudiera reaccionar a tiempo. Estos ejemplos evidencian la sofisticación y audacia de los robos en el transporte público.
Ante este panorama, el director general del Metro, Guillermo Calderón, informó que actualmente hay 5,800 elementos policiales desplegados en las 12 líneas del STC. Además, aseguró que se está preparando un operativo para incrementar la seguridad de cara a la temporada de fin de año, buscando mitigar los crecientes riesgos y brindar mayor tranquilidad a los usuarios.