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La Secretaría de Contraloría de Hidalgo, liderada por Álvaro Bardales, ha estado muy ocupada. Hasta julio, ¡han realizado más de 1,200 inspecciones de obras públicas!
Las supervisiones no son cualquier cosa; se hacen en dos etapas importantes. Primero, se lleva a cabo una revisión documental para checar al detalle el expediente de cada proyecto: desde especificaciones técnicas hasta los montos y metas.
Luego, viene la inspección física. Aquí, se examina minuciosamente cada aspecto de la obra. Si todo está en orden, se firma el acta de entrega-recepción, validando que se cumplieron las metas. Si no, se hacen minutas con observaciones para que se corrijan las fallas.
Pero eso no es todo. Además de las inspecciones programadas, la Secretaría también escucha las quejas de la ciudadanía. Así, la gente puede participar activamente en vigilar las obras y, de paso, ayudar a combatir la corrupción y asegurar que el dinero público se use correctamente.
Con estas medidas, la Secretaría de Contraloría sigue al pie de la letra las indicaciones del gobernador Julio Menchaca Salazar y reafirma su compromiso con la calidad y transparencia en cada proyecto público.
