En Hidalgo, garantizar que ningún estudiante tenga problemas visuales que obstaculicen su aprendizaje o calidad de vida es una meta clara del gobernador Julio Menchaca. Su compromiso con la educación y la salud visual se refleja en el exitoso programa «Ver Bien para Aprender Mejor», que está marcando la diferencia para miles de niñas, niños y jóvenes en todo el estado.
Un ejemplo inspirador es el caso de Anahí Baños Islas, una joven de Zempoala que actualmente estudia fisioterapia en Pachuca. Todo comenzó cuando, por pura curiosidad, probó los lentes de su hermano mayor, diagnosticado con miopía. Grande fue su sorpresa al notar que podía ver mejor con ellos: “¡Ah, ya veo mejor!”, recuerda emocionada.
Desde aquel momento, cuando estaba en segundo de primaria, Anahí comenzó a usar lentes gracias a una campaña escolar, lo que cambió por completo su experiencia educativa: “Antes tenía que pedirle a mis compañeros sus apuntes porque no veía el pizarrón, pero ahora ya no. Aunque sigo sentándome adelante, puedo ver con claridad y entender todo mucho mejor”.
Como Anahí, el propio gobernador compartió una anécdota personal similar: “Yo era de los niños que se sentaban hasta adelante porque no veía bien. Fue una maestra quien alertó a mi mamá, y gracias a eso me llevaron con el doctor. Mis lentes no solo me ayudaron en la escuela, sino también en mi vida diaria”.
Este programa no solo mejora el rendimiento académico de los estudiantes, sino que también inspira a más familias a cuidar su salud visual. Historias como estas nos recuerdan que un diagnóstico a tiempo puede ser el primer paso para transformar vidas.
Con iniciativas como «Ver Bien para Aprender Mejor», Hidalgo está viendo hacia un futuro más claro y lleno de oportunidades. 👏