El 28 de agosto de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclaró que, a pesar de la preocupación creciente por la viruela del mono, el uso de cubrebocas no es una medida necesaria para evitar su contagio. La OMS destacó que el virus se transmite principalmente a través del contacto directo y no por vía aérea, como el COVID-19.
Expertos recomiendan centrarse en medidas de higiene y aislamiento de los casos confirmados para prevenir la propagación del virus. Sin embargo, la falta de claridad en las políticas de algunos gobiernos ha generado confusión entre la población sobre las precauciones adecuadas.
Mientras tanto, algunos países están considerando implementar restricciones adicionales, lo que ha provocado críticas sobre la falta de coherencia en las estrategias de salud pública. La OMS insiste en que es esencial seguir las directrices basadas en evidencia científica para manejar adecuadamente el brote.