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La situación en Gaza se intensifica. Un video difundido el miércoles muestra a miles de personas de nuevo en movimiento, después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emitieran nuevas órdenes de evacuación para partes del sur de Gaza.
Desde el este de Deir al-Balah, familias enteras se ven obligadas a salir a pie, en carretas tiradas por burros, o en automóviles repletos de sus pertenencias. Colchones, mantas, botellas de agua y gas, todo lo que pueden llevarse. Las calles están llenas de folletos lanzados por las FDI, reiterando la orden de evacuación.
Mientras tanto, la oficina de Netanyahu ha negado haber aceptado la retirada de las tropas israelíes de la frontera de Gaza. Un análisis revela que en el último mes, las FDI han reducido la zona humanitaria de Gaza en un 38%. Ahora, la zona segura es de apenas 39 kilómetros cuadrados, algo más del 10% de la superficie total de Gaza.
La desesperación se apodera de la población. Durante la última evacuación, las personas se lanzaron sobre un camión de la ONU que transportaba ayuda alimentaria, arrebatando lo que podían.
Muhammad Awad, uno de los que huían, relató: “Hay bombardeos, disparos y drones desde esta mañana en Deir al-Balah. No nos queda más que huir hacia lo desconocido. No tenemos ni idea de adónde ir”.
La frustración y el temor crecen. Um Alaa, una mujer que viajaba en un carro, contó que ya es la cuarta vez que tiene que evacuar desde octubre del año pasado. “No sabemos adónde ir. Toda Gaza se ha vuelto peligrosa”.
Algunos, como un anciano que prefirió no dar su nombre, expresaron su miedo: “Ya no hay lugares a los que ir. Sólo nos quedaba Deir al-Balah, y ahora también debemos salir de aquí. Temo que nos confinen en la orilla del mar y nos exterminen. Después de tantos desplazamientos, ya no tenemos fuerzas para más”.
Entre la confusión, las historias de desesperación se multiplican. Um Ismail, una madre con niños pequeños, preguntó: “¿Por qué luchan contra nosotros? No somos Hamas, sólo somos gente común que vive en sus casas. Nos han desplazado no una, sino diez veces”.
En otro coche, una mujer exclamó desde el asiento trasero: “¿Quiere saber lo que está pasando? Pregunte a Hamas y a los israelíes”. Su familia ha sido desplazada dos veces, y para algunos, es la primera vez desde que comenzó el conflicto.
Para Umm Said, sin embargo, esta es la séptima vez en siete meses que se ve obligada a huir. “No sé adónde vamos. Dijeron que nos fuéramos, y aquí estamos. Sólo llevo algo de harina para los niños, ¡qué más puedo llevar!”.
Abu Muhammad Hajjaj, quien huyó del barrio de Shujaiya en la Ciudad de Gaza, también está desesperado. “Nos quedamos con nuestros parientes en Deir al-Balah, pero hoy nos pidieron que evacuáramos. No tenemos recursos ni dinero. Estamos en la calle. No podemos seguir así“, clamó.
La situación humanitaria es crítica. Según Hajjaj, en Gaza no se encuentran medicinas básicas como paracetamol. “La gente llora y se queja de todo: enfermedad, hambre, pobreza. Esto no es vida. ¿Dónde están las organizaciones internacionales, el Consejo de Seguridad, la ONU?“.
