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Aunque los trabajos de drenaje en la calle 5 de febrero, en pleno centro de Tula, ya habían sido supuestamente terminados, tuvieron que volver a romper un pedazo de la calle debido a que el trabajo realizado no quedó bien, según denunciaron tanto vecinos como comerciantes de la zona.
La preocupación de los habitantes es evidente, sobre todo porque la obra está siendo ejecutada por la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano Sostenible (SIPDUS), con una inversión de 46 millones 999 mil 751.91 pesos. Los ciudadanos temen que la calidad del trabajo quede por debajo de lo esperado, y por ello, exigen una supervisión más estricta de las autoridades.
El caos comenzó cuando, desde octubre, se cerró el acceso a la calle 5 de febrero, entre la calzada Melchor Ocampo y Manuel Rojo del Río. La semana pasada, muchos pensaron que ya abrirían la calle, pero, sorpresivamente, una fuga en la zona ya reparada obligó a volver a abrirla para corregir el problema.
No solo eso, sino que los vecinos señalaron que parece que la empresa contratada no tenía planificado reabrir el concreto. De hecho, cerraron otro tramo de la calle 5 de febrero, entre 16 de septiembre y Manuel Rojo Del Río, empezaron a excavar, y luego, de la nada, dejaron todo a medio hacer, regresando a trabajar en el tramo que originalmente había sido afectado.
La molestia es aún mayor porque la presidencia municipal no informó a los habitantes sobre los trabajos, simplemente cerraron la calle de la noche a la mañana, sin avisar ni dar detalles sobre cuánto tiempo más llevará la obra. Por eso, los vecinos piden que les expliquen lo que está pasando y cuándo podrán regresar a la normalidad.
