Padecimiento Congénito en #Mano: #Malformaciones que se Gestan desde el Vientre Materno

Algunas de estas condiciones pueden ser intervenidas quirúrgicamente, mientras que otras simplemente requieren sesiones de terapia ocupacional.

La deformidad congénita de la mano, también conocida como anomalía congénita de la mano o diferencia congénita en la mano, representa complicaciones en la formación de las manos durante el desarrollo fetal en el útero.

Estas variaciones pueden abarcar desde inconvenientes menores en los dedos hasta deformidades más severas, como la ausencia de huesos en la mano. Los indicios de estas malformaciones varían ampliamente, desde dimensiones ligeramente atípicas de los dedos hasta problemas más críticos, como la falta de separación adecuada entre las partes de la mano, ausencia de músculos u huesos, o incluso la completa ausencia de uno o más dedos.

En ciertos casos, se puede corregir la malformación mediante manipulación gradual, estiramiento, entablillado o el uso de aparatos ortopédicos. La terapia ocupacional, en algunos casos, facilita la adecuada utilización de las manos. Para situaciones más graves, la opción puede ser una cirugía correctiva, o en su defecto, el uso de prótesis para mejorar la funcionalidad.

Además, existe otro trastorno vinculado a las manos conocido como “mano espástica”, caracterizado por movimientos incontrolados y bruscos, conocidos como espasmos, que suelen manifestarse con frecuencia en brazos o manos. Estos espasmos, por lo general, van acompañados de rigidez en los músculos de los brazos, así como dificultades en la coordinación o función de los mismos.

La espasticidad suele derivarse de daño en la región cerebral que controla los movimientos voluntarios. También puede surgir como consecuencia de lesiones en los nervios de la médula espinal.

En una vertiente relacionada pero menos perjudicial, el quiste sinovial, un cúmulo no canceroso de líquido, se localiza en tendones o articulaciones de muñecas y manos.

Aunque la causa de estos quistes permanece desconocida, se postula que podrían surgir en respuesta a irritaciones en las articulaciones o tendones, o bien ante cambios mecánicos. Frecuentemente, estos quistes ganglionares desaparecen sin intervención médica. No obstante, en caso de causar molestias, pueden ser drenados o extirpados.