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La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 sorprendió a muchos, especialmente a la comunidad LGBTQ+ en China. Un beso entre dos hombres en un puente parisino, seguido por un apasionado abrazo de un trío, se transmitió en vivo por la televisión estatal china, lo que causó un revuelo inesperado.
En un país donde las relaciones entre personas del mismo sexo suelen ser censuradas, estas escenas se convirtieron en un raro motivo de celebración para la comunidad LGBTQ+. Bajo el régimen de Xi Jinping, conocido por su enfoque autoritario y conservador, China ha endurecido su postura hacia este colectivo. Las manifestaciones públicas de afecto, las marchas del orgullo y cualquier contenido relacionado con la homosexualidad han sido duramente restringidos.
Ver estas imágenes en la cadena estatal CCTV fue como un sueño para muchos. Ken Huang, un joven de 26 años de Beijing, compartió su reacción: “Primero me reí a carcajadas. Luego hice una foto y la compartí en redes sociales. ¡Era algo inesperado y sorprendente!”
El evento también fue tendencia en la red social Weibo, donde el hashtag “#ParisOpeningCeremonyIsReallyCool” acumuló más de 600 millones de visitas en solo unos días. Mientras algunos celebraban la inclusión y diversidad mostrada, otros criticaban lo que percibían como una “glorificación” de las minorías sexuales.
La ceremonia también incluyó una escena con drag queens y una modelo trans que evocaba la famosa “Última Cena” de Leonardo da Vinci, lo que provocó reacciones mixtas a nivel mundial. Las autoridades olímpicas se disculparon tras las quejas de grupos cristianos, aunque el director del evento afirmó que la obra de arte no fue la inspiración para la escena.
En China, donde la comunidad LGBTQ+ sigue enfrentando discriminación y represión, estas imágenes provocaron un debate intenso. Mientras algunos usuarios de Weibo elogiaban el progresismo francés, otros se mostraban indignados por la exposición de estos temas en la televisión estatal. Un usuario con 986.000 seguidores criticó la inclusión de elementos LGBTQ+ como una desviación del espíritu deportivo.
A pesar de la controversia, la ceremonia de París 2024 se destacó por su celebración de la diversidad, lo que no pasó desapercibido para los espectadores chinos. Para algunos, fue un raro momento de libertad y expresión en un entorno donde estos temas suelen estar fuera del alcance público. Como dijo un usuario de Weibo: “En este mundo lleno de presiones, todavía hay franceses que gritan por el amor y la libertad. Este es el caótico y bello arte de Francia”.
Mientras tanto, la represión de movimientos sociales y organizaciones LGBTQ+ en China continúa. Desde la cancelación del Orgullo de Shanghai en 2020 hasta el cierre de cuentas de WeChat relacionadas con temas LGBTQ+ en 2021, las autoridades han tomado medidas cada vez más estrictas. Incluso otras áreas, como la prohibición de escotes femeninos en televisión, reflejan la creciente censura bajo el actual régimen.
Suen Yiu-tung, profesor asociado de estudios de género, explicó que parte de la reacción se debe a la campaña de Beijing para retratar estas expresiones como “extranjeras”. Mientras algunos en China anhelan un nivel de progresismo similar al de otros países, otros ven estas ideas como una amenaza a la moral y tradición del país.
En resumen, la ceremonia de apertura de París 2024 no solo fue un espectáculo visual, sino también un evento que encendió debates y reflexiones en todo el mundo, especialmente en China, donde la censura y las restricciones son la norma.
