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¡Bombazo en el mundo tech! El CEO de Telegram, Pavel Durov, fue arrestado en el aeropuerto Bourget de París este fin de semana. El arresto ha sacudido al popular servicio de mensajería y a su fundador, conocido por su carácter enigmático.
¿Qué lleva a esta detención? Durov, originario de Rusia, enfrenta cargos relacionados con la supuesta falta de moderación en Telegram. La fiscal francesa Laure Beccuau detalló que se le acusa de colaborar con estafadores, lavadores de dinero, narcotraficantes y difusores de contenido de explotación sexual infantil. Además, se le acusa de negarse a entregar documentos cruciales para la investigación.
Telegram ha sido cuestionado también por su uso por parte de grupos terroristas y extremistas de extrema derecha. El arresto ha avivado el debate sobre la libertad de expresión y la responsabilidad sobre el contenido ilícito en internet. La legisladora rusa Maria Butina, conocida por su condena en EE.UU. por espionaje, declaró que el arresto de Durov es una movida política.
Pero, Emmanuel Macron, el presidente de Francia, aclaró en una declaración en X que el arresto de Durov “no tiene tintes políticos”. Macron aseguró que el arresto forma parte de una investigación judicial en curso sobre diversas actividades delictivas relacionadas con Telegram, con un total de 12 cargos diferentes.
Telegram se defiende, afirmando que respeta las leyes de la Unión Europea y que Durov “no tiene nada que ocultar”.
¿Qué es Telegram y por qué tanta controversia?
Telegram, lanzada en 2013 por Pavel y Nikolai Durov, es una aplicación de mensajería encriptada con más de 950 millones de usuarios, según una publicación reciente de Durov. La plataforma se ha convertido en una herramienta crucial para la comunicación diaria y la difusión de mensajes gubernamentales.
La encriptación de Telegram ha sido clave para su popularidad en países con restricciones a la libertad de expresión como Rusia, Irán y la India, así como en Ucrania durante la guerra. Sin embargo, esta privacidad también ha atraído a criminales y extremistas, permitiendo la propagación rápida de desinformación en grupos de chat de hasta 200,000 usuarios.
Telegram ha enfrentado críticas por su rol en conflictos y eventos políticos. En 2018, Rusia intentó prohibir la aplicación debido a la negativa de Durov a proporcionar claves de descifrado. La prohibición fue levantada en 2020. En 2021, la aplicación ganó popularidad entre seguidores de teorías de conspiración y en 2023, se vio envuelta en polémicas por su uso para organizar disturbios de extrema derecha en el Reino Unido.
Durov, conocido como el “Mark Zuckerberg de Rusia”, fundó Telegram después de su salida de VKontakte, una red social que dejó tras ser presionado por el Kremlin para entregar datos privados durante las protestas en Ucrania. Ahora, con sede en Dubai y ciudadano francés, Durov sigue siendo una figura controvertida tanto en el ámbito tecnológico como político.
¡Así que ahí lo tienes! Telegram y su CEO están en medio de una tormenta de controversia que no parece calmarse pronto.
