El Papa Francisco, rodeado por una multitud de jóvenes en el Parque Tejo, reza el Ángelus y comparte un sueño de paz mundial. A medida que culmina la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, el Pontífice se une a la esperanza de un “futuro pacífico” para todos. El sueño de la juventud que anhela la paz, trabaja por la paz y forja un futuro lleno de paz.

La paz es el deseo en el corazón del Papa y de los jóvenes, quienes lamentan la ausencia de aquellos que no pudieron asistir debido a conflictos y guerras. En particular, el Papa expresa su dolor por la situación en Ucrania, que continúa sufriendo. Además, comparte su apoyo a las víctimas de la avalancha en Racha.
El Papa, acompañado por una marea de jóvenes de diversas edades y procedencias, confía su anhelo de paz a María, Reina de la paz, a través de la oración del Ángelus. También reconoce la importancia de la unión y la paz en un mundo dividido por conflictos y guerras.
El mensaje del Papa se enfoca en la importancia de la paz y la solidaridad. Aunque él se describe como “viejo” en comparación con los jóvenes presentes, comparte su deseo de paz y confía en la generación joven para lograrla. Menciona la situación en Ucrania como una muestra de la necesidad urgente de paz.
La Jornada Mundial de la Juventud culmina con agradecimientos y reconocimientos. El Papa agradece a todas las personas e instituciones que hicieron posible este evento, desde el cardenal Manuel José Macário do Nascimento Clemente hasta los voluntarios que contribuyeron con su servicio.
En sus últimas palabras, el Papa alienta a los jóvenes a cuidar y cultivar el bien sembrado en sus corazones durante este evento. Los insta a mantener vivos los momentos más hermosos y a recordar la alegría del Evangelio en los momentos de dificultad.
Un mensaje de paz, solidaridad y gratitud, el Papa Francisco cierra la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.