El peso mexicano registró una significativa depreciación este martes, alcanzando su nivel más bajo desde julio de 2022. La caída de la moneda fue impulsada por las reacciones del mercado ante una nueva amenaza arancelaria del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dirigida a México y otros socios comerciales clave.
Al cierre de la jornada, el tipo de cambio se ubicó en 20.6894 pesos por dólar, marcando una pérdida de 40.61 centavos frente al cierre previo de 20.2833 pesos, según datos del Banco de México. Esto representa una depreciación del 2% para la moneda mexicana, que enfrentó un rango de operación entre un máximo de 20.8329 pesos, su mayor nivel en más de dos años, y un mínimo de 20.4370 pesos.
Las amenazas de Trump incluyen la imposición de un arancel del 25% sobre productos importados desde México y Canadá, así como un 10% para China. Estas medidas, justificadas por el mandatario electo como una forma de presionar a México y Canadá para controlar los flujos migratorios y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, afectaron no solo al peso, sino también a las divisas de los países implicados.
El dólar canadiense sufrió una pérdida del 1.30% frente al dólar estadounidense, alcanzando su nivel más bajo en cuatro años y medio. Por su parte, el yuan chino experimentó una ligera depreciación, mientras que el peso mexicano, una de las monedas más líquidas en mercados emergentes, llegó a caer hasta un 2.70% durante la sesión.
Monex Grupo Financiero destacó que las amenazas comerciales de Trump generan incertidumbre y volatilidad en los mercados. Según el grupo, estas acciones podrían implicar movimientos erráticos en el tipo de cambio mientras los operadores analizan las posibles implicaciones económicas de las declaraciones del mandatario. Sin embargo, se prevé que un rebote técnico podría devolver el tipo de cambio a niveles cercanos a los 20.40 pesos en los próximos días.
Este escenario pone en evidencia la vulnerabilidad del peso mexicano frente a decisiones unilaterales de Estados Unidos, especialmente en un contexto político marcado por tensiones comerciales y desafíos migratorios. Aunque el mercado anticipa ajustes técnicos, las amenazas arancelarias siguen siendo un factor de presión significativa sobre la economía mexicana y su moneda.