El sistema solar que conocimos solía tener nueve planetas. La controversia comenzó cuando el astrónomo Mike Brown, quien también fue apodado “el hombre que mató a Plutón”, ayudó a que el planeta enano dejara de ser considerado el noveno planeta del sistema solar. Esta decisión generó tanto enojo entre los fanáticos de Plutón, que Brown recibió cartas de odio y llamadas a altas horas de la madrugada durante años. Sin embargo, el descubrimiento de otro mundo, Eris, en el Cinturón de Kuiper (más allá de la órbita de Neptuno) mostró que la situación de Plutón no era aislada. Esta revelación en 2005 fue el comienzo de un proceso que terminó con la degradación de Plutón en 2006.

A pesar de que el Cinturón de Kuiper llevó a la reconfiguración del número de planetas en el sistema solar, ahora Brown y otros astrónomos piensan que la zona podría devolverle el título de planeta perdido. En esta región helada, más allá de la órbita de Neptuno, se encuentran numerosos cuerpos y es el vecindario de lo que algunos llaman el Planeta Nueve o Planeta X, un objeto cuyo comportamiento podría influir en otros objetos cercanos.
La búsqueda de este planeta oculto no es nueva; lleva más de una década en curso. Los astrónomos han estado observando los extraños movimientos de ciertos objetos en el Cinturón de Kuiper, que podrían estar siendo influenciados por la gravedad de un planeta aún no detectado.

Según Malena Rice, profesora de Astronomía en la Universidad de Yale, encontrar un nuevo planeta podría transformar radicalmente nuestro entendimiento del sistema solar. Pero la controversia persiste, pues algunos científicos creen que el Planeta Nueve es real, mientras que otros son muy escépticos al respecto.
A finales de 2025, un nuevo telescopio revolucionario podría resolver este misterio de una vez por todas. Este telescopio, con la cámara digital más grande del mundo, examinará el cielo con una precisión sin precedentes, brindando respuestas definitivas sobre la existencia de este planeta oculto.
Las pruebas más recientes de la existencia del Planeta Nueve provienen de estudios realizados por los astrónomos Mike Brown y Konstantin Batygin, quienes argumentan que los extraños comportamientos de ciertos cuerpos del Cinturón de Kuiper solo pueden explicarse por la presencia de un planeta distante, una supertierra con entre cinco y siete veces la masa de la Tierra, cuya órbita podría durar entre 10,000 y 20,000 años. Otros estudios, sin embargo, sugieren la existencia de un planeta más pequeño, incluso del tamaño de Marte.

A pesar de las simulaciones y los esfuerzos por encontrar más objetos que puedan confirmar estas teorías, el Planeta Nueve sigue siendo elusivo. Sin embargo, el Observatorio Vera C. Rubin, que comenzará a operar a finales de 2025, podría ofrecer finalmente la clave para resolver el enigma. Aunque muchos expertos son optimistas de que esta nueva herramienta proporcionará evidencia concluyente, también existe la posibilidad de que no se detecte nada, lo que sería igual de valioso para la ciencia.

Sea cual sea el resultado, el proceso de búsqueda está llevando a la humanidad a redefinir su comprensión del sistema solar y de nuestro lugar en el universo. Como explica Rice, “el conocimiento humano está siempre en movimiento”, y este descubrimiento podría representar un nuevo capítulo en la historia de la astronomía.