Tras la impactante fuga de tres reos el pasado 5 de noviembre, la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH) no tardó en tomar medidas contra los policías involucrados en el traslado. Estos oficiales, encargados de llevar a los internos desde el Cereso de Mixquiahuala hasta los juzgados de Pachuca, fueron vinculados a proceso por presunta evasión de presos.
A pesar de que se esperaba que el traslado fuera una rutina, todo dio un giro inesperado, y ahora los elementos de Seguridad Pública enfrentan una prisión preventiva como medida cautelar, mientras se lleva a cabo la investigación. Se les dio un plazo de dos meses para cerrar la investigación complementaria.
En Mixquiahuala, los familiares de los policías procesados se han alzado en protesta. El pasado 12 de noviembre, se manifestaron frente a los juzgados de Oralidad con carteles en los que exigían justicia y apoyaban a sus seres queridos. Algunos de los mensajes en sus pancartas incluían frases como: “Los inocentes no deben pagar por los errores ajenos”, “Mi trabajo me está quitando la libertad” y “Gobierno, no abandones a tus policías”.
Aunque la fuga fue un golpe para las autoridades, la recaptura de uno de los reos demuestra que la policía sigue trabajando para devolver la calma a la región.