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La planta productora de hidrógeno, perteneciente a la empresa francesa Air Liquide y ubicada en la Refinería Miguel Hidalgo de Tula, era mayormente operada por trabajadores mexicanos. Sin embargo, tras la expropiación gubernamental de la planta U-3400, su destino laboral es desconocido.
Según empleados de Petróleos Mexicanos (Pemex), quienes prefirieron mantener el anonimato, será responsabilidad de la compañía determinar el destino de los trabajadores afectados.
A pesar de ser empleados locales, no se tiene un número preciso de cuántos mexicanos trabajaban en la planta bajo control extranjero.
La intervención gubernamental se anunció a finales de 2023, seguida de una declaración de utilidad en febrero pasado, y finalmente formalizada con un decreto presidencial que instruía la expropiación de la planta.
El proceso de expropiación se completó recientemente, con la ocupación definitiva de la planta, dejando en espera el destino de los trabajadores en el complejo petrolero.
Por otro lado, el gobierno mexicano llevó a cabo la expropiación de la planta de hidrógeno de Air Liquide en la Refinería de Tula, en favor de Pemex Transformación Industrial. El decreto de expropiación fue justificado por razones de utilidad pública.
La planta U-3400, que ocupaba 6,451.78 metros cuadrados dentro de la refinería, ahora está bajo control estatal.
La Refinería de Tula, ubicada en el estado de Hidalgo, es la segunda más grande de Petróleos Mexicanos en el país y sigue operando normalmente.
