En la sobrepoblada ciudad de Rafah, al sur de la franja de Gaza, Walid Kurdi y otros refugiados palestinos expresan su temor de que las tensiones entre Israel e Irán distraigan al mundo de la devastadora situación humanitaria en la región. Kurdi, como muchos otros, se preocupa de que los enfrentamientos entre ambos países desvíen la atención de la continua crisis en Gaza, que ha sido asediada y bombardeada por Israel durante más de seis meses.
Con más de un millón y medio de palestinos, en su mayoría desplazados por el conflicto, hacinados en Rafah, existe una creciente inquietud ante la posibilidad de una ofensiva terrestre israelí en la ciudad, considerada como uno de los bastiones finales de Hamas, el grupo que gobierna Gaza desde 2007.
El ataque iraní del fin de semana contra Israel, el primero en más de tres décadas, ha generado preocupaciones sobre un conflicto regional más amplio que podría afectar aún más la situación en Gaza. Sin embargo, muchos palestinos en la región expresan una mezcla de escepticismo y desesperación, sintiendo que su difícil situación ha sido pasada por alto por la comunidad internacional.
Aunque algunos expresan la esperanza de que la intervención de Irán pueda llevar a una pausa en el conflicto, otros se muestran incrédulos sobre la efectividad de tales acciones. Mohamed Sobhi, entre ellos, cuestiona la eficacia de los ataques iraníes contra Israel y la falta de respuesta de los países árabes vecinos.
Mientras tanto, la situación en Cisjordania también se agrava, con informes de víctimas civiles debido a ataques de colonos israelíes tras un incidente violento. A medida que los palestinos continúan enfrentando desafíos tanto en Gaza como en Cisjordania, la preocupación por la posibilidad de un conflicto más amplio en la región sigue siendo una realidad constante.