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La prolongada confrontación entre Israel y Hamas, que ya alcanza su cuarto mes, muestra pocas señales de tregua. Funcionarios de alto rango en el gobierno de Estados Unidos expresan su inquietud ante la posibilidad de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, opte por extender el conflicto hacia Líbano. Según informes de inteligencia, Netanyahu estaría considerando esta medida como una estrategia para salvaguardar su supervivencia política, especialmente tras las críticas recibidas por la aparente demora en la respuesta de seguridad a los eventos del 7 de octubre protagonizados por las milicias palestinas.
La ofensiva lanzada por Israel en represalia en Gaza ha dejado, hasta el momento, al menos 22,835 personas fallecidas, mayormente civiles según el Ministerio de Salud de Hamas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) describe el territorio palestino como un lugar “inhabitable” y marcado por la muerte.
El posible escalamiento del conflicto hacia Líbano, involucrando a Hezbolá, preocupa a Estados Unidos. Funcionarios del gobierno de Biden temen que esto sobrepase la capacidad del Ejército israelí, según un informe de inteligencia citado por el Washington Post. “Una expansión más allá de Gaza no beneficia a nadie: ni a Israel, ni a la región, ni al mundo entero”, advierte Matt Miller, portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
En Washington, existe debate sobre las declaraciones de Netanyahu acerca de “cambios fundamentales” en los combates contra Hezbolá. Mientras algunos ven estas afirmaciones como tácticas para obtener concesiones, otros sugieren que podrían ser un intento desesperado de prolongar su carrera política.
El gobierno de Estados Unidos ha instado a Israel a evitar una escalada significativa en Líbano. Se señala que las Fuerzas de Defensa de Israel podrían enfrentar dificultades dadas las dispersiones de activos y recursos militares debido al conflicto en Gaza, según una evaluación secreta de la Agencia de Inteligencia de Defensa.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha abordado la situación con Jordania y Qatar para buscar fórmulas que eviten la expansión regional del conflicto, considerándolo “una cuestión de preocupación mundial”. Blinken destaca la importancia de que Israel intensifique sus esfuerzos para proteger a los civiles en Gaza.
En tanto, se registran manifestaciones en Tel Aviv exigiendo elecciones anticipadas en Israel, indicando la creciente presión política interna. Mientras tanto, la comunidad internacional busca soluciones para contener la crisis y evitar un deterioro mayor en la estabilidad regional.
