El primer encuentro de los presidenciables del Frente Amplio concluyó sin mayores confrontaciones, pero con un enfoque claro en críticas al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Los aspirantes Beatriz Paredes, Xóchitl Gálvez, Santiago Creel y Enrique de la Madrid dirigieron sus señalamientos hacia la creciente pobreza, inseguridad, corrupción y las crisis en el sistema de salud y educativo.
El tema de la permanencia de Morena en el poder también fue resaltado como un riesgo para la democracia en el próximo gobierno.
La senadora Beatriz Paredes describió al presidente López Obrador como “un hecho histórico” debido a los errores cometidos por los gobiernos anteriores del PRI y el PAN. Paredes Rangel criticó a los gobiernos populistas por su ineficiencia y realizó una autocrítica a las administraciones de ambos partidos.
La senadora Xóchitl Gálvez centró su discurso en la importancia de los pueblos indígenas y afromexicanos, además de enfatizar que su decisión de competir por la presidencia fue impulsada por la negativa de López Obrador para otorgarle el derecho de réplica. Gálvez señaló la pobreza, desigualdad, violencia y salud como los principales problemas de México.
En cuanto a la ausencia del presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, en el encuentro, los cuatro aspirantes hicieron un llamado al partido para regresar al Frente Amplio.
Santiago Creel destacó las contribuciones de los gobiernos del PAN, PRI y PRD al proceso democrático del país a través de reformas e instituciones. En contraste, señaló que el actual gobierno está “inválido por corrupción”. Creel afirmó que el Frente Amplio representa una “faro de esperanza”.
Enrique de la Madrid expresó su indignación ante la violencia en México y la falta de apoyo a las madres buscadoras y a las mujeres violentadas. También criticó la gestión de la pandemia de Covid-19 y la deterioración del sistema de salud y el abasto de medicamentos.
Los cuatro aspirantes coincidieron en su preocupación por los nuevos libros de texto gratuitos y su potencial para generar rezago educativo en la niñez mexicana. Aunque el encuentro careció de confrontaciones directas, las críticas al gobierno de AMLO marcaron un tono unificado entre los presidenciables del Frente Amplio.