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El convoy del Tren Maya, considerada “la obra más importante que se construye en el mundo” por el presidente Andrés Manuel López Obrador, experimentó problemas en su recorrido con la presencia del mandatario. Durante su paso por Yaxcabá, Yucatán, cerca de Chichén Itzá, el tren se detuvo por más de una hora, lo que generó inquietud y críticas.
Estos incidentes siguieron a un largo primer día de pruebas en el que el convoy tardó más de 10 horas en llegar de Campeche a Mérida, Yucatán, después de partir de la estación San Francisco. La demora fue objeto de críticas en redes sociales.
El sábado, el Tren Maya volvió a detenerse alrededor de las 14:46 horas, con la presencia del presidente López Obrador, su hijo Andrés Manuel López Beltrán, directivos de empresas constructoras y funcionarios del gobierno. Cuando los reporteros intentaron acercarse, militares intentaron impedir que grabaran la situación, alegando que se estaba realizando mantenimiento al vagón y que el tren se reanudaría en cinco minutos.
Sin embargo, la espera se prolongó por más de una hora y 15 minutos, mientras funcionarios y directivos de empresas constructoras intentaban solucionar la falla en la cabina del conductor. Cuando se les preguntó sobre la causa de la demora, las personas en la cabina cerraron la puerta.
Finalmente, a las 16:45 horas, el Tren Maya reanudó su marcha, aunque a una velocidad reducida, lo que provocó un retraso en la ceremonia de Recuperación de la Memoria y la Grandeza de la Civilización Maya en Chichén Itzá, encabezada por el presidente López Obrador.
El presidente justificó las demoras como parte de la supervisión necesaria para garantizar el funcionamiento adecuado del Tren Maya. A pesar de los retrasos, se espera que la inauguración de esta magnaobra tenga lugar en diciembre próximo.
