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En un inesperado giro de eventos, un grupo de activistas afiliados al Partido Comunista Mexicano (PCM) llevó a cabo una audaz irrupción en la Embajada de Venezuela en México, en un acto de repudio a la intervención judicial promovida por el régimen de Nicolás Maduro contra el Partido Comunista de Venezuela (PCV). El PCV, que en el pasado fue aliado del fallecido presidente Hugo Chávez, rompió sus lazos con Maduro debido a sus intentos de flexibilizar los controles económicos en medio de la crisis financiera del país.
A través de plataformas de redes sociales, el PCM expresó que “las acciones reaccionarias y anticomunistas del Gobierno de Maduro son un ataque a los comunistas y trabajadores a nivel global”. De manera determinada, afirmaron que permanecerían en las instalaciones de la embajada por tiempo indefinido como un gesto de repudio hacia las medidas anticomunistas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Agregaron que esta toma de posición se lleva a cabo en solidaridad con el PCV, que ha demostrado su oposición al régimen de Maduro.
Con pancartas y mensajes de apoyo en mano, el líder comunista mexicano Ángel Chávez declaró que “la embajada está cerrada por sus tendencias anticomunistas”. Evocando la historia del movimiento comunista, el PCM afirmó que su acción era coherente con el internacionalismo proletario y que “las embajadas del anticomunismo deben ser rechazadas por los trabajadores”.
Mientras tanto, los dirigentes del PCV en Venezuela están planeando su respuesta a la intervención judicial que ha desencadenado una junta directiva ad hoc y nuevas elecciones internas. A través de una plenaria del Comité Central, la cúpula del PCV está evaluando las medidas a adoptar ante esta intervención por parte del Gobierno de Nicolás Maduro. Óscar Figuera, diputado y secretario general del PCV desde 1996, mencionó que han recibido muestras contundentes de solidaridad tanto a nivel nacional como internacional en este momento crítico.
Esta inusual confrontación diplomática y política en la embajada de Venezuela en México refleja la complejidad y tensiones dentro del movimiento comunista en la región, así como la división en las relaciones entre el PCV y el régimen de Maduro en Venezuela.
