Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta una nueva crisis financiera que ha llevado a la suspensión temporal de nuevos contratos con proveedores, según un documento interno de la empresa estatal. Mientras tanto, algunos proveedores han detenido operaciones en la cadena productiva petrolera debido a pagos atrasados, una problemática que el gobierno federal intenta abordar en colaboración con el Legislativo.
Néstor Martínez Romero, director de Pemex Exploración y Producción, informó mediante un comunicado interno que tras el análisis del paquete económico 2025, que incluye una reducción presupuestal real del 3.57 por ciento para la petrolera, se tomó la decisión de pausar la formalización de nuevos contratos. Sin embargo, aquellos esenciales para mantener la operación serán excepciones dentro de este ajuste.
El adeudo total de Pemex a sus proveedores asciende a 402 mil 874 millones de pesos al cierre del tercer trimestre de 2024. Esta cifra ha llevado a empresas como Marinsa y Protexa a suspender operaciones, aunque otros proveedores como Cotemar aseguran seguir operando con eficiencia y entregas oportunas. Opex, otra perforadora, desmintió rumores sobre protestas como el bloqueo del puente Zacatal en Campeche, reafirmando su compromiso con la petrolera.
Desde la Cámara de Diputados, Rocío Abreu Artiñano, presidenta de la Comisión de Energía, aseguró que están trabajando junto a Hacienda y Pemex para cumplir con los adeudos y evitar un colapso en la cadena productiva. En el marco del Congreso GLP 2024, reconoció la urgencia de garantizar el flujo de recursos y asegurar la continuidad de las operaciones.
En un foro reciente sobre el sector petrolero, Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex, anunció que la empresa planea consolidar un préstamo significativo con el respaldo de bancos y recursos de Hacienda para cubrir parte de los adeudos. El funcionario subrayó que los pagos se realizarán bajo principios de equidad, priorizando a pequeñas, medianas y grandes empresas de manera justa.
Esta crisis refleja las tensiones crecientes en Pemex, una empresa que ha sido objeto de múltiples desafíos financieros y operativos. Mientras las autoridades buscan soluciones inmediatas, los proveedores afectados continúan presionando para obtener los pagos que les permitan reanudar sus actividades y mantener la estabilidad de una industria clave para el país.