¿Qué es el #Tren de #Aragua y cómo nació?

  • Es una banda criminal originada en Venezuela, nacida hace más de 10 años en torno a las obras del ferrocarril en el estado Aragua.
  • Se fortaleció en la prisión de Tocorón bajo el liderazgo de Héctor “Niño Guerrero”, extendiendo su control fuera de la cárcel.
  • Ha crecido con supuesta complicidad estatal, aunque el gobierno venezolano lo niega.

Expansión en América Latina.

  • Su primera expansión documentada fue en Perú en 2018, y actualmente opera en varios países como Colombia, Brasil y Chile.
  • Se ha diversificado en delitos: tráfico de drogas, extorsión, trata de personas, explotación sexual y robos menores.
  • En Brasil, colabora con el Primer Comando de la Capital (PCC), una de las mayores organizaciones criminales de la región.

Presencia en Estados Unidos.

  • Detectada desde 2021, su actividad se ha intensificado con la llegada masiva de migrantes venezolanos.
  • Se relaciona con delitos como secuestros, asesinatos, extorsión y redes de tráfico sexual en al menos 16 estados.
  • El gobierno estadounidense la declaró en 2024 “organización criminal transnacional” junto a pandillas como la Mara Salvatrucha.
  • Ha habido unas 50 detenciones relacionadas con el grupo, incluyendo casos en Nueva York, Texas y Florida.

Impacto social y político.

  • Su presencia ha alimentado discursos políticos en Estados Unidos, especialmente durante la campaña de Donald Trump, quien lo utilizó para vincular migración con criminalidad.
  • Migrantes venezolanos enfrentan mayor estigma y discriminación debido a los crímenes asociados al Tren.

Una organización adaptable.

  • Aprende rápidamente de otras pandillas como la Mara Salvatrucha y el Barrio 18, evitando los errores de estas.
  • Funciona como una estructura descentralizada, adaptándose al entorno migrante y criminal.
  • Su modelo delictivo es flexible: combinan delitos de bajo nivel (robos de bolsos o celulares) con actividades más organizadas, como el tráfico de drogas y personas.

Retos para las autoridades.

  • Falta coordinación internacional para rastrear a sus miembros y sus operaciones.
  • En EE.UU., las autoridades carecen de acceso a bases de datos venezolanas para verificar antecedentes.
  • Aún no se sabe con claridad si existe un liderazgo centralizado que coordine sus actividades en diferentes países.

Autor Itzel G. Bandala

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