¿Quién es #FabioOchoa, el hijo menor de los legendarios Ochoa del #CartelDeMedellín, que tras 25 años en una cárcel de #EE.UU. ahora es libre?

En 1987, Fabio Ochoa logró un lugar en la prestigiosa lista de millonarios de Forbes, junto con sus hermanos mayores, Juan David y Jorge Luis Ochoa. Entre los tres, el trío de la familia Ochoa formaba parte de un grupo muy exclusivo de narcotraficantes que sumaban una fortuna de alrededor de 2 mil millones de dólares. Pablo Escobar, el temido capo del Cartel de Medellín, también estaba en el mismo círculo de poder.

La familia Ochoa no solo estaba ligada al negocio del narcotráfico, sino que, además, eran los aliados más cercanos de Escobar en sus operaciones. Juntos fundaron uno de los cárteles más fuertes de la historia de Colombia.

En los años 90, los hermanos Juan David y Jorge Luis tomaron una decisión astuta: entregarse a las autoridades colombianas para cumplir con algunas penas cortas, evitando ser extraditados a EE.UU.. Pero Fabio no corrió la misma suerte. Después de su liberación, volvió a involucrarse en el negocio ilícito, lo que lo llevó a ser arrestado y finalmente deportado a Estados Unidos, donde esta semana salió en libertad, tras cumplir 25 años de una condena de 30 años.

Mientras estuvo tras las rejas, su vida y la de su familia inspiraron series de televisión como Narcos y Pablo Escobar, el patrón del mal. Pero más allá de la ficción, su historia está marcada por los grandes capítulos de la historia reciente de Colombia.

Fabio Ochoa nació en Medellín, en mayo de 1957, en una familia rica, pues su padre, Fabio Ochoa Restrepo, era un ganadero conocido por criar caballos finos. A pesar de este legado familiar, sus hermanos mayores se unieron al negocio del narcotráfico en los años 70, y Fabio no tardó en unirse a ellos en 1981, cuando tenía apenas 24 años.

Los tres hermanos llegaron a estar en la lista de los 12 narcotraficantes más buscados por la DEA de EE.UU., lo que muestra el nivel de influencia que llegaron a tener. Y por si fuera poco, el Cartel de Medellín se convirtió en el más poderoso de la región, con Escobar como su cabeza visible.

Uno de los momentos más oscuros de su carrera criminal ocurrió en 1981, cuando el grupo guerrillero M-19 secuestró a su hermana, Martha Nieves Ochoa, y exigió un rescate de 12 millones de dólares. En lugar de pagar, los Ochoa respondieron con fuerza, creando el grupo MAS (Muerte a los Secuestradores), un ejército privado que, según se estima, llegó a tener más de 2.000 hombres. Este grupo fue responsable de una gran cantidad de crímenes y se considera el precursor del paramilitarismo en Colombia.

A pesar de sus vínculos con Escobar, los hermanos Ochoa tomaron la decisión de entregarse a la justicia colombiana en 1990, con la promesa de no ser extraditados a EE.UU.. En 1996, todos fueron liberados, pero Fabio no permaneció limpio por mucho tiempo. A tan solo cinco años, en 2001, fue extraditado a EE.UU., donde ya se le había acusado de enviar toneladas de cocaína hacia Norteamérica.

La batalla por su extradición fue fuerte. En Colombia, se desplegaron pancartas publicitarias con su rostro y el mensaje: “Ayer me equivoqué, hoy soy inocente”. Incluso se creó una página web y se distribuyeron panfletos en los estadios de fútbol. Pero en 2001, su destino fue sellado: fue enviado a EE.UU. para cumplir con su condena.

Tras más de dos décadas en prisión, Fabio Ochoa se ha ganado su libertad, pero su historia continúa siendo parte de los relatos más impactantes del narcotráfico. Ahora, ya sin cuentas pendientes con la justicia en Colombia, Fabio regresará a su tierra natal. ¡A ver qué será de él en este nuevo capítulo! 📜

Autor Itzel G. Bandala

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