Imagínate una fiesta de lujo a finales de los 60 en un yate por Fort Lauderdale, Florida. Ray y Jane Kroc celebraban su 5º aniversario de bodas, rodeados de champán, caviar y puro glamour. Ray, el hombre que convirtió un sencillo puesto de hamburguesas en McDonald’s en un imperio nacional, acababa de hacer una fortuna con la salida a bolsa del negocio.

Pero justo ahí, en medio de la fiesta, Ray se da cuenta de algo: no quiere seguir casado con Jane. Su corazón todavía late por Joan, una mujer con la que tuvo un romance fallido años antes.
Ray decide divorciarse rápido, le ofrece a Jane 3 millones de dólares y su casa para cerrar el trato, y se va directo a buscar a Joan, que terminaría siendo su esposa en 1969 y la heredera de casi 500 millones tras su muerte.
Pero Joan no fue solo la esposa rica del magnate de las hamburguesas. Ella misma fue una bomba filantrópica: dejó un legado de donaciones por casi 3 mil millones de dólares y dedicó su vida a causas sociales, desde la lucha contra el alcoholismo hasta el desarme nuclear, pasando por la ayuda a familias con niños enfermos. Por eso la bautizaron como Santa Juana de los Arcos Dorados.

Un poco de historia del McDonald’s que conocemos. 🍟
Aunque Ray Kroc es el nombre más famoso, no fue el fundador original de McDonald’s. Los hermanos McDonald tenían un restaurante con un concepto revolucionario: un menú corto, comida rápida al estilo línea de producción, y clientes que pedían y recogían su comida en mostrador para agilizar el servicio. Pero ellos no supieron expandir el negocio.
Aquí entra Ray Kroc, un vendedor de batidoras que vio el potencial y compró los derechos para llevar McDonald’s a todo el país. Con trabajo duro, reglas estrictas (sí, las mujeres inicialmente ni podían trabajar ahí para no distraer a los clientes), y mucha visión, creó la marca global.
En el camino, conoció a Joan, una pianista rubia, 26 años menor que él, y el amor se coló de nuevo entre ellos, pese a sus complicadas vidas y matrimonios.
Entre amores y conflictos. 💔
Ray se divorcia de su primera esposa, compra McDonald’s, se casa con Jane, pero su corazón y sus peleas siempre tuvieron a Joan como protagonista.

La pareja tuvo problemas serios, incluyendo denuncias de violencia doméstica, aunque después se reconciliaron. Joan siempre escondió sus ideas liberales por respeto a Ray, un republicano duro, y preocupada por su alcoholemia, lanzó “Operación Cork”, una campaña para combatir el alcoholismo que ayudó a muchas familias.
Joan, la filántropa que dio todo.🎁
Cuando Ray murió en 1984, Joan tenía 55 años y en sus manos la fortuna que él dejó. Y vaya que supo qué hacer con ese dinero: donó miles de millones para causas como hospicios, lucha contra el sida, paz mundial y centros para familias con niños enfermos, entre muchísimas otras.
No le gustaba el foco mediático, así que muchas donaciones fueron anónimas, y prefirió que su filantropía hablara por ella, no los titulares.
Al morir en 2003, dejó casi 2 mil millones al Ejército de Salvación para crear centros recreativos en barrios pobres, y otra gran suma para la radio pública de EE.UU., NPR.
Su vida fue una mezcla de generosidad explosiva y lujo discreto, con un legado que va mucho más allá de las hamburguesas.