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Un reciente informe revela que una serie de compuestos químicos presentes en productos de uso diario como protectores solares y pintalabios pueden penetrar la piel humana y llegar al torrente sanguíneo, según un estudio publicado en Environment International.
El estudio, realizado por investigadores de renombre, indica que los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) presentes en estos productos pueden ser absorbidos directamente a través de la piel, una vía hasta ahora menos reconocida de exposición a estos compuestos.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) recientemente estableció límites a la concentración de PFAS en el agua potable, reconociendo los riesgos asociados como cáncer, infertilidad y problemas de salud cardiovascular. Estos “químicos eternos” se encuentran comúnmente en cosméticos y productos de higiene personal.
La investigación subraya que, además de la ingesta por alimentos contaminados y la inhalación, la absorción cutánea representa una nueva vía de exposición preocupante para los PFAS. Estos compuestos, diseñados para repeler grasas y agua, pueden persistir en el medio ambiente durante largos períodos.
Estudios recientes han demostrado que PFAS de menor peso molecular, utilizados en sustitución de compuestos más antiguos, son absorbidos más eficientemente a través de la piel. Esto plantea preocupaciones adicionales sobre la seguridad de productos cotidianos que contienen estos químicos.
Los investigadores, utilizando modelos de piel humana cultivada, evaluaron la absorción de 17 compuestos PFAS sintéticos, encontrando que aquellos con cadenas de carbono más cortas tienen una mayor capacidad de penetración en la barrera cutánea.
El profesor Stuart Harrad, uno de los expertos involucrados en el estudio, advierte sobre la importancia de limitar la exposición a estos químicos, especialmente en áreas de piel delgada como el cuello y las axilas, donde la absorción puede ser aún mayor.
A pesar de estos hallazgos, sigue existiendo incertidumbre sobre la fracción de exposición a PFAS que proviene del contacto directo con la piel en comparación con la exposición a través del agua potable, que sigue siendo una fuente primaria de riesgo según los expertos.
La investigación concluye destacando la necesidad urgente de regulaciones más estrictas sobre el uso de PFAS en productos de consumo diario, dada su capacidad demostrada para atravesar la piel y afectar la salud humana.
Esta nueva evidencia refuerza la llamada de científicos y defensores del medio ambiente para una mayor vigilancia y regulación de estos productos químicos en el mercado, para proteger la salud pública a largo plazo.
