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Un informe especial señala que los beneficiarios manipularon de manera indebida los electrodomésticos distribuidos por el gobierno y se retrasó la generación de empleos.
Las medidas implementadas por el gobierno federal para respaldar a los residentes afectados en Acapulco luego del huracán Otis tuvieron efectos negativos. Entre ellos, el comercio ilegal de electrodomésticos y una desalentadora cifra de creación de puestos de trabajo.
Según un estudio de la firma de consultoría Integralia, se han detectado problemas en la entrega de electrodomésticos en Acapulco, lo que ha dado lugar a casos de comercio ilegal de estos enseres proporcionados por el gobierno y su venta no autorizada.
Además, se informa que la distribución anticipada de programas de bienestar tuvo repercusiones adversas en la reactivación laboral, ya que el ingreso asegurado desmotiva a las personas para buscar empleo.
Integralia, en su reporte especial titulado “A 100 días de Otis en Acapulco”, advierte que el Plan General de Reconstrucción y Apoyo a la Población afectada por el Huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez implementado por el gobierno federal no produjo todos los resultados positivos esperados e incluso resultó contraproducente en ciertos aspectos.
El caso específico de los electrodomésticos en Acapulco expone uno de los efectos negativos del respaldo gubernamental. Hasta el 9 de enero de 2024, el gobierno había entregado 87 mil paquetes de enseres domésticos. Sin embargo, muchos de ellos no se utilizaron en beneficio de los hogares afectados.
En su lugar, individuos con intenciones deshonestas lucraron ilegalmente con los paquetes de enseres, vendiéndolos y obteniendo ganancias económicas a partir de electrodomésticos proporcionados gratuitamente por el gobierno. Los paquetes incluían estufas, refrigeradores, colchones, sartenes, licuadoras y ventiladores.
Además, la entrega anticipada de 156 mil 307 programas de bienestar, que según la Secretaría del Bienestar, oscilaban entre 35 y 60 mil pesos para los damnificados, resultó ser un obstáculo para la reactivación económica y la generación de empleo.
El ingreso garantizado por estos programas desincentiva a las personas para buscar y aceptar nuevas oportunidades laborales.
Este par de consecuencias adversas en la población afectada, junto con la falta de celeridad en la asistencia, escasez de materiales y otros problemas, cuestionan la eficacia de las medidas gubernamentales, indica el informe de Integralia.
Además, Integralia identificó diversas deficiencias en la gestión de la emergencia:
- Todavía existen áreas donde el servicio de recolección de residuos municipales no es adecuado para eliminar los escombros dejados por el huracán.
- Persisten problemas en la distribución de provisiones a los afectados, lo que conlleva largas filas y desorganización.
- Se han registrado casos de abuso en la ayuda, con personas solicitando únicamente tarjetas de dinero electrónico por valor de 500 pesos y desechando los alimentos proporcionados. Por otro lado, hay individuos que no fueron incluidos en el censo a tiempo y no reciben asistencia alimentaria a pesar de ser afectados por el huracán.
- La mano de obra calificada escasea y muchos empresarios informan dificultades para contratar trabajadores que realicen las reparaciones necesarias en sus establecimientos. Además, hay pocas pruebas de que los fondos de ayuda se estén utilizando en proyectos de reconstrucción.
El huracán Otis azotó Acapulco y Coyuca de Benítez entre el 22 y el 25 de octubre de 2023, dejando más de 270 mil hogares urbanos y rurales afectados según la Unicef; además, provocó un impacto económico de más de 166 mil millones de pesos (10 mil millones de dólares) según la evaluadora de desastres Enki Research.
