El Kremlin expresó su alarma ante la noticia del Washington Post que afirmaba que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no estaba al tanto del ataque al gasoducto báltico Nord Stream ocurrido el año pasado. La información sostenía que un militar ucraniano coordinó el ataque, lo que generó preocupación en Rusia. Las explosiones, que ocurrieron frente a la isla danesa de Bornholm, rompieron tres de las cuatro líneas del sistema que suministra gas ruso a Europa.
El militar señalado como coordinador del ataque, Roman Chervinski, tiene fuertes vínculos con los servicios de inteligencia de Ucrania, según el Post. Las órdenes supuestamente provenían de altos cargos ucranianos y, en última instancia, del comandante en jefe, el general Valeri Zaluzhni. El presidente Zelenski se mantuvo, según el informe, al margen de la operación.
Aunque el ejército ucraniano no proporcionó información al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que las supuestas acciones de Ucrania son “alarmantes”. Señaló que si el régimen de Kiev ya no controla la situación en su propio país, es preocupante no solo para Rusia sino también para los países occidentales.
Las explosiones en el Nord Stream el 20 de septiembre de 2022 generaron especulaciones sobre quién saboteó el proyecto. Inicialmente, algunos funcionarios estadounidenses y europeos sugirieron, sin pruebas, que Rusia había volado sus propios gasoductos, una afirmación desestimada por el presidente ruso, Vladimir Putin. Ahora, las revelaciones apuntan a la posible implicación de Ucrania, mientras que Rusia sostiene que Occidente, en particular Estados Unidos y Reino Unido, podría estar detrás de los ataques. Las investigaciones continúan, y la situación agrega tensión a las relaciones entre Rusia y Ucrania, así como a la geopolítica energética en Europa.