La afición mexicana quedó sumida en la decepción mientras Estados Unidos se coronaba como tricampeón en la Liga de Naciones de Concacaf, derrotando a México con un marcador de 2-0 en una final cargada de intensidad y emociones encontradas en el AT&T Stadium de Dallas.
Los goles de Tyler Adams y Giovanni Reyna marcaron el destino del encuentro, dejando al Tricolor de Jaime Lozano con sensaciones de frío y temblor. Aunque el arquero Guillermo Ochoa pudo haber hecho más por evitar los goles, la algarabía de los aficionados estadounidenses se hizo sentir con un sonoro “¡U-S-A, U-S-A!”.
Sin embargo, la alegría se vio ensombrecida por la reaparición del grito discriminatorio por parte de la afición mexicana, lo que obligó al árbitro a activar el protocolo de prevención contra actos discriminatorios. Este desafortunado incidente reflejó la frustración y descontento de los seguidores del Tricolor.
Jaime Lozano, en su papel de director técnico, enfrentó críticas y señalamientos por dejar en el banquillo a Santiago Giménez, uno de los goleadores más destacados del equipo. A pesar de algunos destellos de esperanza, como el penal generado por Giménez, México no logró revertir el resultado.
La derrota ante Estados Unidos refleja una tendencia preocupante para México, que ha enfrentado dificultades para superar a su rival en los últimos años. La exigencia de resultados y victorias por parte de la afición mexicana se hace cada vez más palpable, y los jugadores reconocen la necesidad de redoblar esfuerzos para mejorar.
Por otro lado, Jamaica aseguró el tercer lugar en la Liga de Naciones al vencer a Panamá con un gol de Dexter Lembikisa. A pesar de la derrota, Panamá mostró una actuación ofensiva decepcionante y se marchó del torneo sin haber anotado un solo gol en la fase final.