Los miércoles en Actopan se arma el tianguis con todo: frutas, comida, chacharas, ropa, autos y más… pero también los rateros hacen su agosto. Varios comerciantes y clientes que frecuentan esta central de abastos coincidieron en que los robos están a la orden del día y que urge meterle seguridad al lugar.

Entre lo más robado están los carros, las carteras, celulares y hasta el ganado, según contaron varios vendedores. A pesar de que hay algunas cámaras instaladas por los propios locatarios, muchos opinan que falta un sistema de vigilancia bien armado y constante, no solo unos patrullajes de vez en cuando.
Armando, quien vende ropa, contó que “las carteras vuelan diario” y que no es raro escuchar que se llevan carros también. “Lo más común son los celulares, se los sacan de los bolsillos sin que te des cuenta”, comentó.
Otro comerciante, Emanuel, explicó que con tanta gente junta, los delincuentes aprovechan para hacer de las suyas. Recomendó que si van, sea en grupo y con cuidado: “Hay cámaras en algunas partes, pero no es suficiente”.
Juan Gálvez, que viene desde Progreso de Obregón, dijo que aunque la policía sí atiende los reportes, a veces es difícil que actúen con rapidez por la gran cantidad de gente. “Faltan patrullas, hay varios tianguis y la presencia de seguridad es muy irregular”, lamentó.
María Cristina, quien lleva sus legumbres a vender, confirmó que el robo de celulares y carros es lo más frecuente, sobre todo porque los estacionamientos están lejos. Además, mencionó que los robos de ganado se dan cada semana o cada quince días. “Hay unidades, pero solo se quedan un rato y se van. Deberían estar entre la gente”, señaló.
También explicó que las cámaras que hay son privadas, puestas por los comerciantes, y que si hay algún robo, tarda más de 20 minutos en llegar una patrulla. “A veces no nos podemos mover rápido porque estamos vendiendo. Para pedir apoyo hay que tener un contacto directo con Reglamentos”, agregó.
Por su parte, María Luisa, que se dedica a vender materias primas, comentó que ni siquiera hay un reglamento básico en caso de accidentes o robos. “Si chocan dos carros, se arreglan entre ellos. Luego le llaman a Gabriel, el de Reglamentos, pero no hay un protocolo claro. A veces, si cachamos a alguien robando, lo detenemos nosotros mismos”, relató.