#Rusia Responde a Ucrania por Uso de Misiles #ATACMS en Medio de Escalada Militar

Rusia ha prometido tomar represalias tras los recientes ataques ucranianos con misiles ATACMS proporcionados por Estados Unidos, en un contexto de tensiones cada vez mayores entre Moscú y los países occidentales. Los ataques tuvieron lugar los días 23 y 25 de noviembre en la región fronteriza rusa de Kursk, una zona estratégica parcialmente bajo control ucraniano desde agosto.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los misiles impactaron cerca del pueblo de Lotarevka, a 37 kilómetros de Kursk, y en el aeródromo Kursk-Vostochny. Aunque las defensas rusas lograron interceptar algunos misiles, varios alcanzaron sus objetivos, dejando como saldo dos soldados heridos y un radar dañado. Este reconocimiento de daños, poco habitual en los informes rusos, pone de manifiesto la eficacia de los ataques ucranianos con tecnología avanzada.

Los misiles ATACMS no son los únicos armamentos extranjeros utilizados por Ucrania. En días anteriores, también emplearon misiles Storm Shadow de fabricación británica, lo que refleja un respaldo militar significativo de Occidente. Esta escalada llevó al Kremlin a responder con el lanzamiento de un misil hipersónico experimental, conocido como Orechnik, dirigido contra una planta militar en Dnipro. Aunque el misil puede portar ojivas nucleares, en esta ocasión no fue armado de esa manera.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido que el conflicto en Ucrania ha adquirido una dimensión global y ha amenazado con utilizar armas contra instalaciones militares de países que autorizan el uso de sus armas contra territorio ruso. Estas declaraciones, sumadas al despliegue de soldados norcoreanos para reforzar a las tropas rusas, subrayan la intención de Moscú de consolidar su posición en el conflicto.

Mientras tanto, embajadores de la OTAN y Ucrania se reúnen en Bruselas para reafirmar el apoyo occidental a Kiev. Sin embargo, la posible vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera inquietud entre los aliados europeos y ucranianos, quienes temen un cambio en la política estadounidense que podría traducirse en el fin del respaldo militar a Ucrania.

En este contexto, Rusia intensifica sus ataques contra infraestructuras energéticas ucranianas, dejando a millones de civiles sin acceso a electricidad en pleno invierno. Esta táctica busca no solo debilitar a Ucrania en el frente militar, sino también sembrar el miedo entre la población civil, una estrategia ampliamente condenada por la comunidad internacional.

La situación actual refleja una guerra que no muestra señales de disminuir, con ambos bandos recurriendo a medidas extremas para consolidar sus respectivas posiciones. La respuesta de Rusia a los recientes ataques ucranianos podría marcar un nuevo capítulo en un conflicto que sigue causando estragos en la región y que pone en tensión a las principales potencias mundiales.

Autor Eduardo Martinez

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