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La Selección Mexicana vivió una noche para el olvido en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, enfrentándose a una humillante derrota en los Cuartos de Final de la Nations League. El equipo dirigido por Jaime Lozano no logró imponer condiciones en ningún momento, regresando al Coloso de Santa Úrsula con una desventaja de dos goles.
La deslucida actuación de los jugadores generó críticas tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, evidenciando notables carencias en su desempeño futbolístico.
Ricardo Salinas Pliego, propietario del equipo Mazatlán, no desaprovechó la oportunidad para expresar su sarcasmo ante la debacle de México en Honduras. En un gesto irónico, sugirió que se le atribuyera la responsabilidad por la multipropiedad de equipos en la Liga MX.
En un tono desafiante, Salinas Pliego destacó que ningún futbolista de Primera División tiene un salario modesto. En este sentido, propuso un cambio radical en la estructura de pagos, planteando la idea de remunerar a cada jugador en función de su rendimiento en el terreno de juego y los resultados obtenidos.
Esta provocadora propuesta abre el debate sobre los métodos de compensación en el fútbol profesional, cuestionando la eficacia del sistema actual y explorando alternativas que vinculen más directamente el salario de los jugadores con su desempeño en la cancha. La polémica está servida y se espera que esta sugerencia genere discusiones tanto en el ámbito deportivo como en el empresarial.
