Este lunes por la mañana, el mundo despertó con una noticia que ha conmovido a millones: el Papa Francisco falleció a los 88 años, luego de enfrentar una larga batalla contra una neumonía severa.

Jorge Mario Bergoglio, originario de Buenos Aires, Argentina, y conocido globalmente como el Papa Francisco, murió a las 7:35 am (hora local) en su hogar en la Casa Santa Marta, según informó oficialmente el Vaticano.
El pontífice había estado delicado de salud desde finales de febrero, cuando ingresó al hospital por complicaciones respiratorias. Lo que comenzó como una molestia leve se transformó en una neumonía bilateral que lo mantuvo internado varias semanas, atravesando incluso algunos momentos críticos.
Aunque en los últimos días el Vaticano había asegurado que su estado era estable, también se había indicado que el Papa necesitaría al menos un par de meses de reposo estricto. Sin embargo, este lunes su cuerpo ya no resistió más.
Su última aparición pública fue apenas este domingo, durante la tradicional bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón de la Basílica de San Pedro, como parte de las celebraciones del Domingo de Resurrección. A pesar de su estado frágil, logró recorrer brevemente la plaza en el papamóvil y bendecir a varios niños, regalando un último gesto de amor y cercanía.
Francisco hizo historia al convertirse en el primer Papa latinoamericano, dejando una huella profunda con su estilo cercano, su sencillez y su constante llamado a la paz, la justicia y la inclusión.
El mundo católico, y gran parte del planeta, despide hoy a un líder espiritual que supo conectar con los fieles como pocos lo han hecho en los últimos tiempos.