La cosa se puso seria en Costa Rica 😬. La actividad del volcán Poás no solo sigue fuerte, sino que obligó a las autoridades a subir la alerta a roja en el Parque Nacional que lo rodea. Esto lo confirmó este miércoles la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), y todo tiene que ver con la caída de ceniza volcánica que está afectando los ríos cercanos.

Walter Fonseca, director de Gestión del Riesgo, apareció en un video para advertir que los gases y partículas del volcán están alterando la composición del agua en los ríos que bajan de la montaña. El peligro real está en que el agua podría causar quemaduras si entra en contacto con la piel, ya que se vuelve muy ácida.
Un grupo de especialistas subió el martes al cráter y también hicieron un recorrido con drones. ¿El resultado? Detectaron una acumulación fuerte de ceniza en la cima. Según la CNE, si en estos días caen lluvias fuertes, esa ceniza podría deslizarse por los ríos Desagüe y Agrio, afectando directamente a las personas que vivan cerca o que usen esas aguas.
Y no es todo. Este jueves, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica reportó que la ceniza ya está cayendo en varias zonas, incluyendo Belén, Alajuela, Palmares, San Rafael y San Pedro de Poás. Por eso, recomendaron a la gente usar mascarillas y tapar bien las puertas y ventanas con paños húmedos para evitar que la ceniza entre a las casas.

Cabe recordar que a principios de abril ya se había activado una alerta naranja en el parque y en Toro Amarillo, como parte del monitoreo constante. Pero ahora, al subir al nivel rojo, la cosa cambia: esta nueva alerta se utiliza cuando hay impactos reales y consecuencias graves.