En una jornada de precampaña marcada por contrastes políticos en América Latina, Claudia Sheinbaum, precandidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM), reafirmó su rechazo a la privatización de empresas públicas en México. Mientras en Argentina se anunciaba una política privatizadora por el mandatario electo ultraderechista Javier Milei, Sheinbaum destacó la importancia de mantener el apoyo a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Durante un encuentro con militantes en el municipio veracruzano de Ángel R. Cabada, la líder de la 4T señaló que en México, algunos opositores añoran el regreso al modelo neoliberal, contrastando con la situación en Argentina, donde felicitaron al ganador. Sheinbaum aseguró que la estabilidad económica y política en México se debe al modelo de la Cuarta Transformación, y enfatizó que son los únicos capaces de garantizarla.
Respecto al Frente Amplio por México (PAN, PRI, PRD), Sheinbaum criticó su respaldo actual a los apoyos sociales, recordando el rechazo previo de estas fuerzas políticas para elevarlos a derechos constitucionales. Enfatizó su compromiso con los programas instaurados en el presente sexenio y reiteró el apoyo a Pemex y a la CFE, enfatizando la creencia en que el Estado debe garantizar la educación, la salud y el acceso a la vivienda.
Más tarde, en medio de una fuerte lluvia en los municipios de Santiago Tuxtla y San Andrés Tuxtla, Sheinbaum se reunió con simpatizantes de los partidos de la 4T. En una entrevista en la región, expresó su respeto a la democracia y la decisión de los argentinos, diferenciándose del modelo neoliberal propuesto por Milei. Afirmó que la situación en Argentina no anticipa una ola de cambios en América Latina y destacó la particularidad de la situación económica en ese país.
Consultada sobre la posibilidad de acudir en su precampaña a Acapulco, Sheinbaum aclaró que lo hará cuando haya condiciones adecuadas tras los daños causados por el huracán Otis. Sin mencionar a la precandidata del frente opositor, Xóchitl Gálvez, subrayó el respeto por los guerrerenses y desaprobó el uso político de la tragedia de Acapulco.