En el marco de la conmemoración de la Revolución Mexicana, Claudia Sheinbaum resaltó las contribuciones de la comunidad migrante en Estados Unidos, calificándolos como trabajadores ejemplares que sostienen tanto la economía mexicana como la estadounidense. Estas declaraciones ocurren en un contexto marcado por la incertidumbre ante el próximo retorno de Donald Trump a la presidencia, quien ha anunciado deportaciones masivas y medidas más estrictas contra la migración.
De acuerdo con el Migration Policy Institute, más de cinco millones de mexicanos viven en Estados Unidos sin documentos, lo que los convierte en uno de los principales objetivos de las políticas migratorias de Trump. Sheinbaum subrayó que la protección de los migrantes es una prioridad para su administración y para la red consular mexicana, la más grande del mundo. Aunque se cuestiona la capacidad de Washington para cumplir con las metas de deportación anunciadas, la mayoría republicana en el Congreso podría facilitar la implementación de estas medidas, impactando a cientos de miles de personas.
México ya prepara estrategias para enfrentar las posibles consecuencias económicas y sociales de este cambio en la política migratoria. Entre las preocupaciones principales está la absorción de los migrantes devueltos al país, así como la posible presión de Estados Unidos para contener los flujos migratorios en la frontera sur. En las últimas semanas, al menos tres caravanas han partido desde Chiapas hacia el norte, impulsadas por el temor de un cierre más rígido en la frontera.
Sheinbaum destacó que las deportaciones masivas podrían afectar sectores clave de la economía estadounidense, como la agricultura, construcción y servicios, al tiempo que recordó la importancia de las remesas, que representan alrededor del 4% del PIB mexicano y superaron los 63.300 millones de dólares en 2023. En un intento por reforzar los argumentos a favor de los migrantes, Sheinbaum afirmó que prepara un documento para resaltar su impacto positivo en la economía de ambos países.
Por otro lado, el regreso de Trump también amenaza con una posible guerra arancelaria. El republicano ha advertido sobre la aplicación de tarifas de hasta 25% a los productos mexicanos, condicionando las relaciones comerciales a la contención migratoria, como lo hizo en 2019. La revisión del T-MEC en 2026 agrega un nuevo nivel de incertidumbre sobre la estabilidad de los acuerdos bilaterales.
Sheinbaum insistió en que se buscará un diálogo de alto nivel con el equipo de transición de Trump y con su administración, una vez que asuma el cargo en enero. México, señaló, debe demostrar los beneficios de su cooperación en comercio, migración y seguridad, defendiendo los intereses nacionales en un escenario cada vez más desafiante. La presidenta reiteró que el país mantendrá su postura como una nación libre, soberana y solidaria, aun frente a las presiones internacionales.