La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó nuevas medidas para revitalizar a Petróleos Mexicanos (Pemex), destacando un régimen fiscal renovado y un ambicioso plan de austeridad que promete generar ahorros de 50 mil millones de pesos. Sin embargo, las dudas persisten sobre si estas estrategias serán suficientes para aliviar los problemas financieros de la petrolera.
En su conferencia matutina del 13 de noviembre, Sheinbaum detalló que Pemex ya no pagará los tres derechos habituales: Derecho de Exploración, Derecho de Extracción de Hidrocarburos y Derecho de Utilidad Compartida. En su lugar, se implementará el Derecho Petrolero para el Bienestar, con una tasa general del 30 por ciento, y una tasa reducida del 11.63 por ciento para proyectos de gas asociado. Esta medida, según la presidenta, será reforzada con leyes secundarias vinculadas a la reforma constitucional que se presentará en febrero.
El subsecretario de Hacienda, Edgar Amador, aseguró que el nuevo régimen fiscal fue diseñado teniendo en cuenta la plataforma de producción petrolera, los precios proyectados del crudo y el tipo de cambio para 2025. A pesar de las preocupaciones, afirmó que no se verá afectada la recaudación fiscal, aunque persisten interrogantes sobre la viabilidad de este esquema en un contexto económico desafiante.
Pemex también emprenderá una reestructuración profunda. Víctor Rodríguez, director general de la empresa, anunció un plan de austeridad que incluye la fusión de sus subsidiarias, eliminando las divisiones de Producción y Exploración, Transformación Industrial y Logística, para consolidarse en una única entidad. Con más de 40 empresas filiales en la actualidad, el objetivo es reducir este número y generar importantes ahorros administrativos.
La compañía, que enfrenta una deuda colosal de 99 mil millones de dólares, buscará reducir esta carga y asegurar el pago a sus proveedores y contratistas. Rodríguez defendió la decisión, argumentando que la fusión hará a Pemex más eficiente y sostenible, aunque persisten las críticas sobre si esta medida es suficiente para enfrentar los enormes desafíos financieros de la petrolera.
Luz Elena González, secretaria de Energía, explicó que se priorizará mantener el precio de los combustibles por debajo de la inflación y se invertirán recursos en aumentar la producción de petroquímicos. También se planea desarrollar normativas para impulsar bioenergéticos y combustibles limpios, con proyectos de energía renovable como solar, eólica, geotérmica y el prometido hidrógeno verde.
Finalmente, se anunció que se promoverán proyectos mixtos en la industria energética sin ceder la soberanía nacional. Sin embargo, a pesar de estas ambiciosas promesas, persiste el escepticismo sobre si el gobierno de Sheinbaum y la administración de Morena realmente lograrán rescatar a Pemex y convertirlo en un motor de desarrollo económico.