La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que a lo largo de este sexenio se buscará nivelar los salarios de los trabajadores de la salud del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (Issste) con los del resto de los subsistemas de salud, como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el IMSS-Bienestar. Sin embargo, esta promesa ha sido recibida con escepticismo por parte de algunos sectores que cuestionan la viabilidad y el impacto de estas medidas.
En su conferencia matutina, Sheinbaum reconoció que el personal del Issste ha enfrentado una brecha salarial considerable en comparación con otros trabajadores de salud del país. Aunque mencionó el objetivo de equiparar las condiciones laborales, algunos analistas han señalado que estas promesas podrían enfrentarse a limitaciones presupuestarias y operativas, complicando su cumplimiento efectivo.
Sheinbaum también subrayó que este esfuerzo por mejorar el Issste forma parte del plan de rescate iniciado por la administración de Andrés Manuel López Obrador, que incluyó la modernización de infraestructura y la revisión de las carencias en clínicas y hospitales. A pesar de estas declaraciones, persisten críticas hacia el gobierno por no haber resuelto todavía problemas históricos de falta de recursos y equipos médicos en diversas unidades del Issste.
El compromiso de mejorar el instituto incluye planes que abarcan desde la infraestructura hasta el equipamiento y las condiciones laborales. Sin embargo, expertos en salud pública y críticos del actual gobierno advierten que estos esfuerzos pueden ser insuficientes si no se toman medidas más estructurales y si no se asignan recursos adecuados para sostener los cambios prometidos.
Mientras tanto, los trabajadores de la salud siguen esperando mejoras tangibles en sus condiciones, un punto que ha sido motivo de quejas recurrentes durante años. La administración de Sheinbaum enfrenta el reto de demostrar que esta iniciativa es más que una declaración política y que realmente se traducirá en un avance significativo para quienes laboran en el sistema de salud público.