En un nuevo giro de tuerca, los gobernantes talibanes de Afganistán están imponiendo una serie de leyes super estrictas que no permiten ni una pizca de sonido femenino en público. Esta movida llega como parte de su más reciente normativa sobre “virtud y vicio”, aprobada por el líder supremo Hibatullah Akhundzada.
El miércoles pasado, se dieron a conocer las reglas que van desde el transporte público hasta la música, pasando por el afeitado y las celebraciones. Entre las imposiciones más destacadas está el Artículo 13, que ordena que las mujeres deben cubrirse de pies a cabeza con un velo y, para evitar “tentaciones”, también deben cubrirse el rostro. La ropa tiene que ser lo suficientemente opaca, sin ajuste y ni cortita.
Las mujeres no solo deben cubrirse en público, sino también delante de hombres y mujeres no musulmanes. Además, se considera que la voz femenina es demasiado íntima, por lo que está prohibido cantar, recitar o leer en voz alta. Las mujeres tampoco pueden mirar a hombres que no sean familiares directos.
Maulvi Abdul Ghafar Farooq, portavoz del ministerio, defendió las nuevas leyes diciendo que ayudarán a “promover la virtud y eliminar el vicio”. Este conjunto de 114 páginas y 35 artículos es la primera declaración formal de leyes sobre vicio y virtud desde que los talibanes tomaron el poder en 2021, cuando también crearon un ministerio para la “propagación de la virtud y la prevención del vicio”.
Este ministerio será el encargado de vigilar y castigar a quienes no cumplan con las nuevas reglas, que incluyen prohibiciones como publicar imágenes de seres vivos, tocar música, permitir el transporte de mujeres solas, y la mezcla de hombres y mujeres no relacionados. Además, se exige que tanto pasajeros como conductores realicen oraciones en horarios específicos.
La página web del ministerio detalla que la promoción de la virtud incluye oración, alineación del carácter musulmán con la ley islámica, y fomentar el uso del hiyab. Mientras que eliminar el vicio significa prohibir actos no permitidos por la ley islámica.
Recientemente, un informe de la ONU reveló que este ministerio ha contribuido a un clima de miedo e intimidación mediante edictos y métodos de cumplimiento estrictos, ampliando su vigilancia a medios de comunicación y luchando contra la drogadicción. Fiona Frazer, jefa de derechos humanos de la ONU en Afganistán, expresó su preocupación por cómo estas medidas afectarán a las mujeres y niñas afganas.
A pesar del informe, los talibanes han rechazado las críticas de la ONU.