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Expertos señalan que la propuesta de trasladar los jales en la zona metropolitana de Mineral de la Reforma, anunciada hace casi dos décadas por el exgobernador Miguel Ángel Osorio Chong, sigue sin avances, ya que especialistas consideran que este proceso es impracticable tanto por cuestiones logísticas como económicas.
El director del Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Hidalgo (Citnova), Francisco Patiño Cardona, alerta sobre la constante contaminación que representan los jales, destacando la presencia de silicio y otros elementos químicos que podrían afectar la salud de los habitantes de Pachuca y Mineral de la Reforma.
Patino Cardona propuso, hace dos décadas, un enfoque alternativo para aprovechar los jales mediante proyectos artesanales y la producción de vidrio, evitando así el traslado costoso de más de 150 millones de toneladas de tierra a Epazoyucan. Además, destaca la posibilidad de crear una capa forestal y áreas deportivas en la región.
El investigador de Ciencias de la Tierra de la UAEH, Martín Reyes, respalda la preocupación por la contaminación del aire causada por el polvo de los jales, sugiriendo que la industria del vidrio podría ser una solución viable. Sin embargo, destaca la necesidad de inversiones tanto gubernamentales como del sector empresarial para abordar la complejidad del proceso de separación de materiales.
Riqueza biológica desaprovechada y llamado a la acción
Patiño Cardona subraya la riqueza biológica que podría aprovecharse para la reforestación y la construcción de instalaciones deportivas, pero lamenta la falta de interés por parte de la empresa española Ancira, actual propietaria de los terrenos adquiridos de Real del Monte.
El investigador también destaca la necesidad de una voluntad política conjunta para abordar esta situación. En tanto, activistas, como Jonathan Job Morales de Biofutura, y la organización internacional Ej Atlas, instan a las autoridades a priorizar la resolución de los problemas ambientales asociados con los jales de Pachuca.
En resumen, la gestión de los residuos mineros sigue siendo un desafío pendiente en la región, y las propuestas para aprovechar los jales en lugar de trasladarlos encuentran obstáculos económicos y logísticos, mientras persisten las preocupaciones por la salud pública y el impacto ambiental.
