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El Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) está bajo escrutinio por su falta de transparencia en los procesos de asignación de contratos, incluyendo la instalación de una regadera en la oficina de la presidenta, Patricia Avendaño Durán, que permanece envuelta en opacidad.
En su página de transparencia, se revela un desequilibrio marcado: 19 licitaciones en comparación con 75 procesos de adjudicación directa, utilizados para adquirir desde papelería hasta servicios de transporte y reparación de equipos, suministrados por proveedores poco convencionales como Sergio Corona de la Rosa, cuya actividad económica principal es la contabilidad.
El mencionado proveedor ha recibido más de medio millón de pesos en contratos del IECM en el último año, proporcionando servicios tan diversos como paletas de dulce, transporte, agendas institucionales y reparaciones de emergencia.
La opacidad incluso se extiende a la instalación de una regadera en el baño personal de la presidenta Avendaño, donde se desconocen los detalles del método de contratación, el origen de los recursos utilizados y la empresa contratada, según una solicitud de información a la que el IECM respondió negativamente.
El informe de la contraloría interna sobre el ejercicio fiscal 2023 revela la verificación de cinco expedientes relacionados con adjudicaciones directas, aunque no se proporciona información detallada sobre su estado actual.
Además de las cuestiones financieras, las disputas internas entre los consejeros electorales han salido a la luz, incluyendo denuncias de intervención indebida en medios de comunicación por parte de asesores de la presidenta Avendaño, lo que ha generado tensiones dentro del Consejo General y llamados de los partidos para resolver las diferencias internas.
