La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) reaccionó a las críticas del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien nuevamente expresó su inconformidad con las políticas de seguridad impulsadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En respuesta, el Gobierno mexicano envió una nota diplomática en la que manifestó su descontento por las declaraciones del diplomático.
El 13 de noviembre, Salazar arremetió contra la estrategia de seguridad conocida como Abrazos no balazos, afirmando que había fracasado y que no permitió el desarrollo de inversiones en el país. Además, cuestionó la negativa de López Obrador a recibir asistencia internacional para enfrentar la creciente violencia, y criticó la austeridad republicana por afectar los salarios de los elementos de seguridad, dejándolos con recursos insuficientes para subsistir.
Ante estos comentarios, la SRE emitió un comunicado en el que expresó su sorpresa por las críticas de Salazar, aunque el contenido específico de la carta enviada no ha sido revelado. Sin embargo, se especula que el gobierno de México habría mostrado su molestia por la postura del embajador estadounidense, quien no ha dudado en señalar la gravedad de la crisis de inseguridad en el país.
Es importante mencionar que, en los últimos meses del mandato de López Obrador, las relaciones con la embajada estadounidense se tensaron, especialmente a raíz del rechazo de Salazar a la reforma al Poder Judicial. Dicho desencuentro dejó en evidencia las crecientes diferencias en materia de cooperación y política interna entre ambas naciones.
La situación no ha mejorado en la administración de Claudia Sheinbaum. Ken Salazar volvió a generar controversia al asegurar que las autoridades estadounidenses habían proporcionado información relevante sobre la detención de Ismael El Mayo Zambada el 25 de julio, un asunto que el gobierno mexicano prefirió mantener con discreción.
Hasta ahora, Salazar sigue enfrentando la frialdad del gobierno mexicano, que lo ha acusado de injerencia por sus comentarios y por expresar las preocupaciones de inversionistas estadounidenses que buscan estabilidad para sus inversiones en México.