“¿#Tatuajes? ¿Seré confundido con un criminal?”: el miedo de los #Venezolanos en #EE.UU. por la deportación a #ElSalvador.

Antuan Cardona recuerda que, a los 16 años, sus papás lo regañaron por hacerse un tatuaje. Quería uno basado en una foto de su mamá, pero el dolor de las agujas lo hizo optar por algo más sencillo: solo la silueta de una mujer.

Más de 20 años después, Cardona, migrante venezolano, vive un temor constante: que lo deporten de EE.UU. a una prisión de alta seguridad en El Salvador, solo por tener tatuajes. “Me preocupa que me agarren en la calle por tener tatuajes”, compartió con angustia desde Washington. “Es una pesadilla que te confundan con un delincuente solo por unos tatuajes”.

A principios de marzo, el presidente Donald Trump ordenó deportar a 238 migrantes venezolanos a El Salvador, invocando la Ley de Enemigos Extranjeros. Esta ley, que data de 1798, le da al presidente de EE.UU. la autoridad para deportar a ciudadanos de países con los que el país esté en guerra.

El gobierno de Trump decidió que el Tren de Aragua, una banda criminal venezolana, era una amenaza. Según ellos, estos grupos se estarían infiltrando en EE.UU. con la ayuda de Nicolás Maduro. Aunque la Casa Blanca acusó a Maduro de facilitar la infiltración, el presidente venezolano negó todas las acusaciones.

Poco después, Trump rompió un acuerdo con Maduro, y los migrantes fueron enviados a El Salvador. Pero, el juez James Boasberg del Distrito de Columbia suspendió los vuelos de deportación tras considerar que no era legal aplicar esa ley. Sin embargo, los vuelos ya habían salido antes de la decisión.

Los migrantes fueron enviados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la cárcel más temida de América Latina, creada por el presidente Nayib Bukele para atrapar pandilleros.

A pesar de la decisión judicial, los migrantes llegaron esposados, uniformados y en condiciones deplorables, lo que desató un conflicto entre la Casa Blanca y el poder judicial de EE.UU. Algunos familiares, como Myrelis Casique López, madre de uno de los detenidos, aseguran que “no son criminales, ni tienen nada que ver con las bandas”.

El pánico cundió rápidamente entre la comunidad venezolana en EE.UU., sobre todo entre aquellos con tatuajes, temerosos de ser confundidos con miembros de bandas como el Tren de Aragua. Los tatuajes en cuestión, según una presentación del Departamento de Seguridad Pública de Texas, incluyen estrellas, coronas, armas, y lemas como “Real hasta la muerte”.

Aunque algunos creen que estos tatuajes definen a los miembros de la banda, la periodista venezolana Ronna Rísquez, experta en el tema, sostiene que no todos los que tienen estos tatuajes pertenecen al Tren de Aragua. “No tienes que tener un tatuaje para ser parte de este grupo,” señaló.

La preocupación de Cardona es real: ve en las redes sociales cómo “los migrantes fueron detenidos solo por sus tatuajes”. “Cuando vi las fotos de los detenidos, me llené de miedo. Yo no vine a EE.UU. para vivir así”, confesó.

En conversaciones con su mamá, Cardona se mostró preocupado por su futuro, sin saber si será uno de los próximos deportados. “Tienes que cuidarte, hijo, pónte en manos de Dios,” le aconsejó su madre en un mensaje.

El temor a ser confundido con criminales es una pesadilla diaria para muchos migrantes venezolanos que, como Cardona, solo llevan en su piel recuerdos y no el crimen.

Autor Itzel G. Bandala

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