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Toluca, Estado de México – La capital del Estado de México, Toluca, se encuentra en medio de un caos debido a la creciente amenaza de los “motorratones” que han robado hasta siete motocicletas a repartidores de comida rápida que trabajan a través de aplicaciones como DiDi, Uber y Rappi. Incluso, uno de los repartidores resultó herido de bala al resistirse al robo de su herramienta de trabajo.
Los repartidores han alzado su voz contra la inseguridad que enfrentan mientras desempeñan sus labores. Según sus testimonios, la zona norte de la ciudad es donde los ladrones son más activos, abarcando localidades como San Pedro Totoltepec, La Crespa, Santa María Totoltepec, Boulevard Aeropuerto, la colonia Reforma en el municipio de San Mateo Atenco, San Cristóbal Huichochitlán, San Andrés Cuexcontitlán y San Pablo Autopan.
Estas áreas, caracterizadas por su popularidad y la falta de servicios públicos básicos como electricidad, agua potable y drenaje, han experimentado un aumento en la inseguridad.
“Siempre hemos informado a las autoridades acerca de la presencia de estos delincuentes, pero no hemos recibido respuesta. Solo este fin de semana, nos robaron seis motos, y un compañero resultó herido de bala. Esto afecta a más de mil 500 repartidores que trabajan mediante plataformas”, lamentó Ernesto, uno de los afectados por la delincuencia.
El alcalde de Toluca, Raymundo Martínez Carbajal, ha informado que se han retirado mil 300 motocicletas y motonetas de la vía pública, presumiblemente relacionadas con la delincuencia organizada. Sin embargo, no ha proporcionado detalles sobre la captura de “motorratones” o si alguno de ellos ha enfrentado juicio.
En respuesta a la creciente ola de robos, un grupo de repartidores bloqueó la circulación en Paseo Tollocan como señal de protesta por la inseguridad que enfrentan, exigiendo a los gobiernos municipal y estatal una mayor seguridad para los ciudadanos.
El modus operandi de estos delincuentes implica viajar en parejas en motocicleta, identificar a víctimas distraídas con sus teléfonos celulares y arrebatarles los dispositivos mientras escapan hábilmente entre las calles del conocido barrio “sierrita” de Toluca, donde incluso las patrullas municipales evitan ingresar debido al alto grado de delincuencia.
