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Tesla ha demandado a un ciudadano latino, Emmanuel, por haber modificado su camioneta Cybertruck. Según Emmanuel, el cambio que hizo fue añadir una canasta para materiales, algo que considera inofensivo. No obstante, Tesla y su fundador, Elon Musk, argumentan que las alteraciones violan los términos del contrato de compra. La compañía exige un pago de 500,000 dólares, defendiendo que cualquier modificación puede afectar el rendimiento y la seguridad del vehículo. Emmanuel ya había pagado 136,000 dólares por la camioneta y cree que la demanda es desproporcionada.
Esta demanda plantea preguntas sobre los derechos de los consumidores al personalizar sus vehículos. Emmanuel compartió su historia en redes sociales, donde ha recibido el apoyo de muchos, quienes consideran excesiva la respuesta legal de Tesla. Sin embargo, la empresa argumenta que la integridad y seguridad del Cybertruck son compromisos esenciales, y cualquier cambio no autorizado podría comprometer su funcionamiento.
El caso, que podría sentar un precedente importante, también abre el debate sobre hasta qué punto los propietarios pueden personalizar los productos tecnológicos de gama alta. Tesla ha estado bajo la mira en el pasado por imponer reglas estrictas a los usuarios de sus vehículos. En este contexto, muchos observan de cerca la evolución de este pleito legal.
La demanda no solo tiene implicaciones económicas para Emmanuel, sino que también podría marcar un nuevo capítulo en cómo las grandes empresas tecnológicas controlan el uso de sus productos después de la compra. Aunque el desenlace aún es incierto, está claro que las políticas de Tesla respecto a las modificaciones de sus vehículos seguirán generando controversia.
Este caso refleja la creciente tendencia de las grandes compañías tecnológicas de mantener un control riguroso sobre sus productos, incluso después de que han sido vendidos a los consumidores.
